¿Quieres materializar tus ideas? Aquí te doy la clave

¿Cómo hago para que una idea de escribir un libro se convierta en papel y tinta con forma y existencia o que unas melodías y letras que giran en el universo se hagan canciones que suenan, proyectan, inspiran y encienden los corazones?

En este espacio quiero compartirles algunas cosas que frenan la materialización de sueños y talentos y de qué forma al conocerlas, observarlas e incluso honrarlas es posible bajar a tierra, hacer nacer lo que uno está gestando.

Los tres frenos

Hay tres cosas principales que te frenan la posibilidad de que tus ideas y proyectos se materialicen. 

La autocrítica, la opinión de los demás y esos contratos silenciosos y poderosos con los ancestros, la cultura y la educación que llenan de “no puedo, no sirvo y no me alcanza” cualquier camino hacia la realización personal.

¿Cómo observar estas tendencias y transformar la parálisis en acción creativa que sirva a nivel personal y comunitario?

Autocrítica es un pensamiento convertido en emoción que se encarga de paralizarlo todo con esa voz estridente y mandona arraigada en los tejidos más profundos del ser.

Es amiga de la queja y tiene un componente peligroso que se confunde con bajar el ego, no ser pretencioso, ser una ‘buena persona’ que se comporta modestamente.

¿Cómo me voy a admirar o contar amorosamente que tengo talentos y virtudes y que es hora de mostrarlos?

Eso viene pegadito a criticarme todo el tiempo, ambiciosamente criticarlo todo sobre mi, a tal punto que ya no sé si queda resquicio para mostrar algo bueno de todo lo que puedo hacer o dar.

Al oír esos controles de la gran autocrítica vuelve a tu respiración y pregúntale mirándola a los ojos si eso que está diciendo es verdad.

Opinión de los demás es este vehículo que manejo mirando siempre por el espejo retrovisor, el de los costados, la cámara de atrás del auto, todo el tiempo pendiente de lo que van a pensar, decir, opinar los otros sobre lo que yo hago o quiero hacer.

Una cárcel de oro en la que nos metemos constantemente intentando ser complacientes, ceder nuestro poder, minimizar el milagro de nuestras vidas por lo que los de afuera pueden llegar a decir.

Ahora mismo siente mis palabras y declárate libre de esta jaula sin miedo a que los otros vayan a sufrir, quedar sin base, desamparados y observa cómo poco a poco te vas quitando peso de encima. Ya no tienes que explicar tanto, ya es hora de parar de justificar cada uno de tus pasos y decisiones.

Contratos con los ancestros implica entrar a un territorio tabú muchas veces porque lo que me dijo mi papá o mi abuelita, mi familia o sistema educativo sobre lo que puedo o no hacer, lo que tengo potencia de alcanzar va a ser cuestionado.

Vas a cuestionarlo amorosamente, sin rebeldía adolescente pero con certeza y convicción de que lo que tu sientes y sabes es verdad y que tienes todo el derecho y la libertad del mundo de no consumir más los rótulos y palabras que te marcaron toda la vida.

Reemplaza los adjetivos calificativos que te impusieron, aunque parezcan bonitos y usa tu propia voz para nombrarte.

Usa tus dedos como tijeras simbólicas y corta esos contratos que te mantienen paralizado porque el tiempo es ahora y si me estás leyendo es porque estás listo para honrarte con el corazón encendido.

La solución

Te comparto la canción bellísima “Enciende tu Corazón” que encabeza mi nuevo disco y sobre todo quiero que hagas foco en lo que te cuento del estribillo y del mantra Ya al Noor que elegí para este tema.

Ya al noor: la invocación de la luz en árabe para que la iluminación esté en todos lados pero sobre todo dentro tuyo.

Que lo disfrutes

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