AMLO empodera a los delincuentes
Libertad bajo palabra

Periodista y abogado con más de 35 años de trayectoria. Reportero, comentarista y consultor experto en temas jurídicos. Premio Nacional de Periodismo José Pagés Llergo 2011. Especialista en el Poder Judicial de la Federación y analista político.

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AMLO empodera a los delincuentes
Foto: EFE/ Mario Guzmán

Somos testigos del discurso que no tiene límites para hacer creer que lo absurdo es correcto. En los pensamientos de Andrés Manuel López Obrador, lo que ignora no existe.

Si hay inflación, ordena control de precios. Si el mundo va hacia las energías verdes, se quema carbón porque aprovechar el viento y el sol es neoliberal. Si la educación es esencial para desarrollar al país, pone como secretaria a una delincuente electoral confesa y ordena darle ideología a la instrucción pública. Si el grave problema de las instituciones de justicia es la impunidad, que Alejandro Gertz sea el fiscal General de la República. Si el INE fortalece la democracia, acaben con él.

Los criminales de alta peligrosidad y los de poca monta nunca se habían sentido tan seguros como ahora, porque tienen un presidente que defiende sus intereses. Es monstruoso el discurso que desdeña la legalidad, “no me vengan con eso de que la ley es la ley” la justicia es la que él dice, porque impone su obtusa visión del mundo aunque sea anacrónica e irresponsable.

Y así muere el Estado de derecho porque no lo entiende, ni le garantiza votos. El fondo de la crisis viene de la falta de castigo a quienes matan, secuestran, violan, roban, extorsionan y defraudan. Se llama impunidad y el propio presidente la propaga, porque desde su punto de vista es importante proteger también a los delincuentes, con ese aparente humanismo barato que nos está costando la estabilidad del país.

Según datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de 2012 a 2021 las sentencias condenatorias por homicidios dolosos se han desplomado 77.8%. Hace 10 años se sentenciaron a 4 mil 662 personas por comprobarse judicialmente que mataron con intención y ese indicador muestra que en 2021 México cerró el año con 33 mil homicidios dolosos, logrando sentencias tan solo en mil 031 casos.

La impunidad carcome a nuestro país, no existe una elemental política criminal. Si lo que querían era disminuir la pobreza por ser una de las causas que detona la inseguridad, eso también les ha salido mal. Nadie en el gabinete se anima a decirle al presidente que se equivoca rotundamente, ni qué decir desde el Poder Judicial de la Federación, cuyos esfuerzos serán irrelevantes mientras no confronten la realidad para dejar de ser complacientes con quien les intimida y seduce en la Judicatura Federal y la Suprema Corte, que ha perdido terreno en su sana distancia con el Ejecutivo.

Edictos

El lunes superamos las 100 mil personas desaparecidas en México, según informes de la Comisión Nacional de Búsqueda. El dato tiene sus antecedentes en 1964, sin embargo, un tercio de esas desapariciones han ocurrido durante este sexenio. Vemos con vergüenza a nuestras fuerzas armadas sometidas a la ignominia, detonada por el crimen organizado que es amo de amplias regiones de nuestro ensangrentado país.

Una muy buena noticia es el Premio Princesa de Asturias en Ciencias Sociales para Eduardo Matos Moctezuma, arqueólogo de clase mundial al que debemos el descubrimiento de las maravillas del Templo Mayor. Merecidísimo galardón para un mexicano eminente. 

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