Servicios urbanos (I)

Es abogado, maestro en Derecho, Economía y Políticas Públicas por la Complutense de Madrid. Con dos décadas de experiencia en el servicio público, fue diputado de la Ciudad de México y alcalde de Cuauhtémoc. Fundador de Morena. Comprometido con la justicia y el trabajo para la transformación de México. Futbolero. Twitter: @nenulo

Servicios urbanos (I)
Foto: cdmx.gob.mx

La Ciudad de México es una de las metrópolis más grandes del mundo, hace unos años fue catalogada por el New York Times como el destino turístico número uno a nivel internacional. Una ciudad que ha albergado los poderes de la federación, convertida en una de las urbes más importantes del país, mediante crecimiento económico y social que históricamente atrae cantidades masivas de personas de toda la República, quienes encuentran una fuente de empleo y educación más completa.

Según datos del Inegi 2020, la Ciudad de México cuenta con 9 millones 209 mil 944 habitantes, de los cuales 52.2% son mujeres y 47.8% hombres, con una mediana de edad de 35 años, teniendo el 72.6% de acceso a instituciones de salud. Esto sin olvidar que se contabiliza una población flotante diaria que ronda las 2 millones 280 mil personas.

Hay muchísimas cosas que damos por sentado en nuestro trajín diario, pero si nos detenemos un minuto a recapacitar la cantidad de servicios públicos necesarios en un orbe como lo es la Ciudad de México es abrumador.

Con la experiencia de haber estado en la primera línea de atención, como lo es la alcaldía, tuve la oportunidad de conocer, gestionar y padecer esas funciones urbanas primordiales. Cuando funcionan, nadie se queja ni reconoce el trabajo que se realiza, pero cuando fallan, afectan drásticamente a la población y se convierten en la principal queja de todos los vecinos de cualquier colonia de la Ciudad.

Dentro de las facultades principales de las alcaldías está la de atender los servicios urbanos de la demarcación. Con fines prácticos, intentaré agrupar en esta columna algunos de estos servicios que, creo, representan el pareto de atención:

1) alumbrado público (vías secundarias).

2) gestión de áreas verdes (poda, castigo de raíz, tratamiento, mantenimiento).

3) Mantenimiento vialidades (bacheo, reencarpetado, pavimentación, reordenamiento, mantenimiento, entre otros).

4) Gestión de residuos (recolección, clasificación, separación, tratamiento, etcétera).

Todos estos servicios no podrían ser llevados a la realidad sin el hilo conductor que es la fuerza laboral del personal adscrito en las alcaldías y dependencias del gobierno de la Ciudad de México. Muchos de ellos, nuestros compañeros de base, están afiliados a las diferentes secciones sindicales del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México.

Desde mi perspectiva, la gente y los servicios brindados poseen características que denotan una crisis histórica de la cual, me parece, solo será posible salir y solventar en el futuro, mediante innovación, tecnología y mejorar la condición de los trabajadores. Esto significa cuestionar paradigmas. En otra entrega hablaré de los problemas de los servicios urbanos, ya no en general de la ciudad, sino de la experiencia en la alcaldía Cuauhtémoc.

1) Alumbrado público (vías secundarias). Dieciséis alcaldías con uno hasta tres responsables del alumbrado por alcaldía. Esto nos da una muy vaga idea de cómo el alumbrado alberga variantes en su infraestructura. Es cierto que existen parámetros y normas técnicas sobre las cuales nos guiamos para la adquisición, renovación y mantenimiento del alumbrado. Pero de lo que actualmente se carece es de una estrategia de actualización lumínica homologada en toda la ciudad.

En conjunto, con todos los actores de la ciudad, se puede trazar un plan integral para la migración en tecnología de alumbrado. Esto permitiría economías de escala en adquisiciones, refacciones, tarifas y programas de mantenimiento. Todo con la transparencia implícita que deriva de un proceso de planeación que involucra a todos.

Durante mi gestión tuve la oportunidad de aplicar este principio estratégico. Logramos una migración tecnológica iniciando con 25-30% y llevándolo hasta un 70-75%.

2) Gestión de áreas verdes (poda, castigo de raíz, tratamiento, mantenimiento). Un servicio carente de entendimiento ciudadano. Este, en particular, es difícil de homologar, existen alcaldías con suelo de conservación, suelo agrícola y otras con ninguna. Sin embargo, todas tienen una infraestructura verde en vialidades, parques y jardines. Esta infraestructura históricamente ha sufrido diversas presiones y está lejos de cubrir de forma homogénea la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 10m2 de área verde por habitante.

Un camino de mejora lo probé en la tecnificación del seguimiento y mantenimiento de áreas verdes. Una acción paralela necesaria es la de concientizar a la población de la importancia de estos árboles y áreas verdes, no solo como un elemento decorativo, sino también de salud. Es vital regenerar las áreas verdes proveedoras de servicios ambientales en las zonas urbanas. De primera mano puedo comprobar que el uso de herramientas de geolocalización, bitácoras gráficas/digitales, permiten que la atención de solicitudes de esta naturaleza se realicen de forma más eficiente y efectiva. En la alcaldía logramos sentar un censo verde en la totalidad de la demarcación y lo hicimos en colaboración de la UNAM, esto nos dio la oportunidad de sentar una línea base única, que ningún municipio ha logrado al día de hoy.

Otro vehículo importante para las alcaldías es el acceso al Fondo Ambiental Público de la Ciudad de México y diseñar requisitos más inclusivos (alcaldías sin suelo de conservación o agrícola) al Programa Especial de Infraestructura Verde de la Ciudad de México (PEIV-CDMX). Tener proyectos integrales de revegetación, que no solo consideren el sembrado de plantas y árboles, sino que su operación contemple acciones que ayuden a la supervivencia de las mismas. Masificar los jardines polinizadores y continuar con los esfuerzos de creación/recuperación de parques urbanos (i.e. Programa Sembrando Parques CDMX).

3) Mantenimiento vialidades (bacheo, re encarpetado, pavimentación, reordenamiento, mantenimiento, entre otros).
Esta actividad es de capital intensivo, tanto humano como de recursos públicos. Es algo que, por las condiciones de tránsito de la ciudad, puedo asegurarles son actividades que nunca parecen terminar. Siempre hay un bache, una zanja, un vado, una coladera o algún detalle en la carpeta asfáltica que debe ser atendido.

Hablando de vías secundarias, en las alcaldías en general es necesaria la adopción de un enfoque de innovación y nuevas tecnologías (maquinaria de nueva generación, secado en frío, innovación de materiales). Aquí existe una gran oportunidad de integrar residuos plásticos, residuos de construcción, entre otros materiales, con perspectiva de economía circular.

4) Gestión de residuos (recolección, clasificación, separación, tratamiento, entre otros). La generación de residuos en la Ciudad de México es brutal, alrededor de 12 mil toneladas diarias. Esto por supuesto permite dimensionar la labor titánica que significa la recolección. Lo complejo del asunto atiende a diferentes factores: el más importante somos la gente, ya que desconocemos el impacto real de no separar residuos, de generar tiraderos clandestinos, no acudir al llamado de las rutas de recolección y la rigidez para adoptar nuevas dinámicas en nuestra rutina.

Sumemos que la eficiencia en la separación de orgánicos de las alcaldías mermó de 54.1% a 34.3%; alrededor del 85% de los residuos ingresan mezclados (no separados) a las estaciones de transferencia; tenemos grandes áreas de oportunidad en la verificación eficiente para erradicar los plásticos de un solo uso; dignificar la labor de los compañeros de limpia y recolección; la infraestructura en general del ecosistema de residuos en la ciudad requiere también una urgente renovación.

Grandes esfuerzos se han realizado con resultados significativos: plantas de composta, planta de biodiesel, estaciones de transferencia de última generación, procesamiento de los residuos de construcción, entre otros.

Ahora, todas estas actividades tienen un hilo conductor, un pulmón, un corazón que hace que todos los servicios urbanos estén presentes y constantes en nuestra vida y es la gente, el equipo de compañeros y colaboradores.

Esta fuerza laboral aparentemente se perfila hacia una crisis generacional que, como gobierno, debemos planear y mitigar el impacto.

El envejecimiento de la población global también tiene un reflejo a nivel local en México. Según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se prevé que para el año 2030 la población mayor de 60 años será de más de 20 millones de individuos y para el 2050 se estima que constituirá el 27.7% de la población mexicana.

¿Y eso qué? Bueno, pues desde mi análisis, esto ensombrece de manera importante el panorama de todos los servicios y actividades descritas en esta columna.

Te imaginas que exista una necesidad imperante de tercerizar de forma gradual este servicio. O peor aún, que en un descuido administrativo se delegue al 100% los servicios a un privado. Existen ejemplos en diversos municipios en donde se vieron en la necesidad de dicho plan, en donde la gente y el municipio se vuelven rehenes de empresas que no tienen un interés social por brindar estas actividades y, en ocasiones, derivado de sus presiones, negociaciones y búsquedas de la utilidad por sí colapsan municipios completos dejando de recoger basura, de proveer agua, de dar mantenimiento urbano, etc.

Es por esto que parece importante trazar una ruta crítica en conjunto con todos los compañeros agremiados y sus dirigentes para buscar una solución conjunta que permita darle sostenibilidad financiera y social a las secciones y sus actividades. Este es uno de los principales retos que enfrentarán quienes aspiren a gobernar nuestra ciudad en el 2024.

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