Las niñas que la están rompiendo

Soy parte de una generación que tuvo que crecer oyendo burlas sobre “hacer las cosas como niña”. Soy parte de una generación que ha luchado por reivindicar a las grandes mujeres, para probar que no tenemos que llegar, que ya estamos aquí y lo que necesitamos es visibilización, reconocimiento y oportunidades.

Para hacer esto es importante saber que las niñas son clave en la lucha por la igualdad. Un dato demoledor es que las investigaciones de mercado señalan que las niñas experimentan una caída de autoestima considerable cuando entran a la pubertad. 

Por otra parte, los estudios de desarrollo humano y psicológico nos han señalado que gran parte de nuestro desarrollo se da gracias a la observación e imitación. Es necesario visibilizar modelos a seguir positivos que nos enseñen la diversidad de experiencias humanas. Por eso es tan importante visibilizar el activismo que las niñas hacen. 

Es necesario que como sociedad aprendamos que las niñas y mujeres tienen cosas que decir, cosas que enseñarnos y que, sobre todo, merecen admiración y respeto. 

Me enfoco sobre todo en ellas porque son uno de los grupos más discriminados en nuestra sociedad: en el mundo, las niñas dedican 160 millones de horas más que los niños al trabajo doméstico, 51% de las niñas menores de seis años viven en pobreza, una de cada 10 niñas sufrió violencia sexual en los primeros 20 años de su vida y casi la mitad de las niñas a nivel global piensan que “en algunas ocasiones está justificado que los hombres le peguen a su pareja”. 

Además, las niñas se enfrentan a situaciones que francamente no deberían de existir, como el matrimonio infantil. En nuestro país, la tasa de matrimonio infantil en varones es la quinta parte que la de las niñas. Todo esto muestra la situación tan vulnerable que ellas tienen en el mundo.

Es por eso que propongo reivindicar los espacios que las niñas tienen en nuestra sociedad. Decir que no son sólo Greta Thunberg, quien ha sido ampliamente reconocida por su labor en visibilizar el cambio climático, o Malala Yousafzai, ganadora del Nobel de la paz y activista por la educación de las mujeres, quienes han mostrado el gran valor que las niñas tienen. 

En México también tenemos ejemplos de grandes niñas, como Sofía Castrejón, quien creó “Cuidando a Gaia”, una aplicación que busca concientizar a niños, niñas y adolescentes sobre el medio ambiente a través del conocimiento de nuestro impacto, además de proponer retos que ayuden a mejorar nuestro mundo. O Diana Flores, quien empezó a jugar “tocho” desde los ocho años, ganó todos los torneos nacionales y fue convocada a nivel internacional para representar a nuestro país en la selección nacional de tocho. Hasta ahora, como una mujer joven, hizo historia ganando el campeonato mundial en 2022, volviéndose la cara mundial del Flag Football. 

Diana relata que su inspiración empezó con las palabras de su padre: “Eres poderosa”. Ahora es una importante cara de la participación de las niñas en los deportes.

Ellas son solo algunas de las niñas que la están rompiendo y comprobando que “hacerlo como niña” es inspirar, luchar y triunfar.