¿Qué le pasa a Televisa?
HÍBRIDO

Como crítico de cine y música tiene más de 30 años en medios. Ha colaborado en Cine Premiere, Rolling Stone, Rock 101, Chilango, Time Out, Quién, Dónde Ir, El Heraldo de México, Reforma y Televisa. Titular del programa Lo Más por Imagen Radio. X: @carloscelis_

¿Qué le pasa a Televisa?
Imagen: Captura de pantalla TelevisaUnivision

¿Les ha pasado que se hospedan en un hotel que incluye servicio de buffet, pero la comida son los tres mismos guisados revolcados como si fueran distintos platillos? Tinga de pollo, enchiladas de (tinga de) pollo, omelette relleno (de tinga de pollo), quesadillas de tinga de pollo… Pues algo así parece que le está sucediendo a la televisión mexicana desde hace varios años.

La crisis de contenidos que atraviesan televisoras como Azteca y Televisa desde la llegada de las plataformas de streaming quizá no sea evidente para su público fiel, pero es muy clara si observamos cómo han caído en la repetición de formatos ya muy agotados, la poca calidad de muchas de estas producciones y, sobre todo, sus elencos. Televisa, por ejemplo, está empeñada en mantener en su nómina a mucho de ese talento en el que tanto han invertido pero que ya ni gracia hacen.

El público mexicano es una criatura de hábitos y es por eso que los programas y telenovelas de Televisa siguen siendo los de más rating y sus noticieros son el referente. Pero es la misma razón por la que el público soporta que Andrea Legarreta se perpetúe en Hoy, que Maribel Guardia se convierta en la MILF por excelencia o que actores como Rafael Inclán y Manuel “Flaco” Ibáñez tengan papeles secundarios de por vida. Tampoco es nuevo, pues viejas glorias del cine nacional fueron a pasar sus últimos días dentro de esos foros haciendo pequeños personajes en telenovelas intrascendentes.

¿Qué le pasa a Televisa? Alguna vez apostó por la creatividad y la innovación, pero hoy se comporta como si la popularidad de sus artistas fuera su único capital. El reality de La casa de los famosos fue un fenómeno y no lograron mantener esos niveles de audiencia cuando terminó. El rating del programa que lo sustituye, Veo cómo cantas, bajó considerablemente y para subirlo tuvieron que invitar a un exmiembro del exitoso reality, Jorge Losa, para mejorarlo. Las cifras subieron de 1.5 millones de televidentes a 3.5 millones, pero La Casa de los famosos alcanzó entre 5 y 7 millones en sus episodios más exitosos.

Por años nos hemos comprado la idea de que existe tal cosa como “la gran familia Televisa”, pero esta familia se ha vuelto cada vez más endogámica. Los actores ya no solamente son actores, también son conductores y también son concursantes. Su trabajo consiste en interpretar el papel que les sea asignado en determinada situación. Así es como a veces dan la noticia y otras veces son la noticia, incluso ha sucedido que dan la noticia cuando ellos son la noticia.

Antes había cantantes, bailarines, comediantes y actores, y los roles estaban bien definidos. Pero como muchos de estos artistas creen que pueden hacerlo todo, o incluso han recibido la preparación en escuelas como el Centro de Educación Artística de Televisa (CEA), parece que ahora las televisoras prefieren sacarle todo el jugo a esa inversión. Olvídense de crear nuevos empleos para periodistas, docentes o productores, aparentemente el talento de Televisa es perfectamente capaz de ocupar cualquier posición laboral.

Los actores también son modelos, son anunciantes y son producto. Andrea Legarreta es una actriz que, en su papel de conductora, presenta el comercial de un producto donde ella es la modelo que lo anuncia. Que no nos extrañe si después aparece como invitada del mismo programa que ella conduce para hablar del producto que ella misma anuncia… Qué adelantado estuvo Juanga cuando entrevistó a Juanga.

¿Se acuerdan cuando había programas de concursos donde participaba el público? Qué lejanos parecen esos días. Se supone que estos programas servían para crear un vínculo entre los famosos y la gente normal, o como una forma de generar lealtad hacia las televisoras retribuyendo a su público. Pero desde hace tiempo, con programas como Big Brother VIP o 100 mexicanos dijeron en su versión para celebridades, los famosos no solamente cobran por aparecer como talento en dichos programas, sino que también se llevan a casa los premios en efectivo. Ahora, los actores también son el público.

Pero ahí no para. Los actores también son políticos. Cuando no están adoctrinando a la población en programas como El privilegio de mandar o utilizando sus redes sociales para hacer proselitismo en plena veda electoral, es porque de plano ya ejercieron cargos públicos como Sergio Mayer o Carmen Salinas en sus roles de diputados. No olvidemos que gracias a Televisa existieron grupos musicales como Kairo, Muñecos de papel y RBD, y que después “La Gaviota” fue primera dama, ahora Anahí también quiere serlo y hasta Eduardo Verástegui piensa que puede ser presidente.

Por si fuera poco, hoy los actores también son fans. Ya se hizo costumbre ver a celebridades tomándose selfies con otras celebridades como Wendy Guevara, para ver si se les pega un poco de la fama que ellos mismos ya perdieron. Es esa endogamia donde actores sólo se casan con actores, cantantes con cantantes o actores con cantantes. La misma sensación que nos provoca ver al talento de Televisa trabajando en Azteca, y viceversa. Un reciclaje de talento entre televisoras que se siente como incesto.

Hace varios años me tocó ser testigo de cómo funciona el CEA, la escuela donde Televisa prepara a su talento. Ignoro si aún es igual, pero entonces montaban obras de teatro y espectáculos musicales abiertos al público que servían como exámenes, donde los alumnos eran evaluados y después venían los recortes (casi como eliminación de reality). Ver Televisa hoy es como si a algún productor se le hubiera ocurrido que hasta esos exámenes pueden ser programación. No hay gran esfuerzo, no hay creatividad y el talento está verde.

Es por situaciones como estas que, sin duda, hay más futuro en los creadores de contenido de internet. A pesar de que provocan mucho antagonismo o que a veces les falta cultura, hay más talento joven en las redes sociales, absorbiendo conocimiento de distintos rincones del mundo, generando nuevas ideas y acercándonos a fenómenos, tendencias y manifestaciones culturales de las que no nos enteraríamos de otra forma.

Por supuesto, las televisoras siguen intentando ponerse al día, copiando muchas de estas tendencias, desarrollando estrategias digitales, creando sus propias plataformas de streaming o incluso robándose el talento de internet para llevarlo a sus programas de televisión, con la esperanza de que el contenido de las redes sociales pueda trasladarse a un producto que también funcione en los medios tradicionales y, quizá, encontrar a esas futuras estrellas que se conviertan en un referente para nuevos públicos, y de paso en un éxito comercial para las televisoras. Aunque eso todavía no sucede y se ve muy lejos de suceder.

BREVES

Con la llegada de las fiestas patrias hay varias opciones de cine mexicano en cartelera. En salas estrena el documental Pedro, sobre el artista Pedro Friedeberg. Cine Tonalá exhibirá Rabia, la nueva película del director Jorge Michel Grau, a partir del 21 de septiembre. Y si se antoja un clásico, la Cineteca Nacional de las Artes tiene funciones de El castillo de la pureza de Arturo Ripstein.

También, a partir del 15 de septiembre, la plataforma de Prime Video lanza A Million Miles Away, la nueva película de la directora mexicana Alejandra Márquez Abella, quien acaba de ganar el Ariel a la mejor película con su anterior producción, El norte sobre el vacío.

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