Marcelo Ebrard, el bombero de la 4T

Cuando Marcelo Ebrard Casaubón era niño quería ser bombero. Nunca cumplió ese sueño, pero le tocó apagar varios fuegos al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, desde la crisis de aranceles y migratoria con Estados Unidos, hasta la detención del general Salvador Cienfuegos y las negociaciones para conseguir vacunas contra el Covid-19.

Desde sus primeros meses en la cancillería, se le comenzó a ver como un secretario con atribuciones aumentadas. Se le llamó “el apagafuegos” del gobierno, porque su papel en la autoproclamada Cuarta Transformación iba más allá de la Avenida Juárez.

En 2019, por decreto el presidente López Obrador dejó en sus manos la conducción de la política migratoria con la creación de una comisión intersecretarial de atención integral, que asumió las atribuciones de la Secretaría de Gobernación (Segob) en la materia.

Durante la crisis sanitaria por el virus SARS-CoV-2, el presidente le dio luz verde para que se encargara de negociar las vacunas. Pese a ser el titular de la política exterior comenzó a acudir a las reuniones del Consejo General de Salubridad, lideradas por el secretario de salud, Jorge Alcocer, y el subsecretario Hugo López-Gatell, y negoció con el sector privado espacios en camas de hospitales y recursos para ventiladores. 

Marcelo Ebrard, el bombero de la 4T - AmloyEbrard
El canciller Marcelo Ebrard y el presidente Andrés Manuel López Obrador. Foto: Facebook Marcelo Ebrard

Ebrard es una de las figuras más cercanas al presidente, quien lo llama “hermano” y lo considera como un político “mesurado”. Ambos comenzaron en el PRI. En 2006, Ebrard sucedió a López Obrador en la jefatura de gobierno, ya con el PRD, y en 2011 compitieron en la encuesta para definir al candidato presidencial de la izquierda institucional en 2012, quedando a 32 puntos de diferencia sobre 2 mil encuestados. “En vez de una segunda vuelta, acepté los resultados, para no romper con López Obrador”, cuenta en su libro El camino de México, un autorretrato.

A López Obrador lo conoció en agosto de 1993, cuando era el secretario general del extinto Departamento del Distrito Federal (DF) y su mentor, Manuel Camacho Solís, quien fue operador de Carlos Salinas, era jefe del Departamento del DF.

Faltaban pocos días para los festejos del 15 de septiembre, cuando por su ventana, en el antiguo Palacio del Ayuntamiento, alcanzó a ver que se instalaban tiendas de campaña. Era López Obrador, quien iba a protestar con un grupo de trabajadores despedidos de Pemex y no habían recibido su liquidación, según narra Ebrard en El Camino de México. “Le dije que necesitábamos despejar el Zócalo por las fiestas de septiembre y me dijo que sin solución no se moverían ‘ni tantito’”. Entre Ebrard y Camacho Solís lograron negociar con Pemex y en la víspera de la ceremonia del Grito de Independencia se levantó el plantón. 

Mientras López Obrador viene de la lucha social, Ebrard comenzó su carrera política de la mano de Camacho Solís, quien era su maestro en el Colegio de México –donde estudió relaciones internacionales–, a quien en los 90 acompañó en las negociaciones de paz con el EZLN y con quien vivió la turbulencia del priismo con el asesinato de Luis Donaldo Colosio. Ambos renunciaron al PRI y fundaron el Partido de Centro Democrático (PCD).

En su biografía, Ebrard describe sus primeros años de vida como “un niño urbano, de clase media, que asistió a escuelas privadas”. Su padre, Marcelo, y su madre, Marcela, fueron hijos de franceses. Marcelo heredó de su madre una propiedad, la única en su declaración patrimonial, cuyo valor de compra fue de un millón 750 mil pesos. 

Otro de los sueños que tenía de niño era ser policía y en 2002 se convirtió en secretario de Seguridad Pública del DF. Ahí enfrentó una de las mayores crisis de su carrera política: el 23 de noviembre, en San Juan Ixtayopan, Tláhuac, 200 vecinos lincharon a dos agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP) sin que nadie interviniera, ni la policía local ni la federal.

Trece días después fue destituido como secretario de Seguridad del DF por el expresidente panista Vicente Fox, un hecho que Ebrard considera parte del inicio de una cacería política en su contra.

En 2006, Ebrard fue electo jefe de gobierno del DF, su mayor orgullo hasta ahora, según escribió en el libro. “Fue lo máximo”, afirmó. Un año después de asumir el cargo, se aprobó en la Ciudad de México una reforma para despenalizar el aborto y en 2009 se avaló el matrimonio igualitario.

Sin embargo, tampoco estuvo exento de los escándalos. Llevaba dos años gobernando la capital, cuando un hecho sacudió al país: la tragedia de la discoteca News Divine, en 2008, donde 12 personas murieron por asfixia o aplastamiento tras un operativo policiaco.

Ese año inició uno de sus proyectos de infraestructura más ambicioso en el Distrito Federal, con el fin de conectar a la olvidada zona oriente de la ciudad, la construcción de la Línea 12 del Metro. La también llamada Línea Dorada tuvo que ser parcialmente cerrada en 2014 durante un año y ocho meses por fallas en la construcción, pese a su elevado costo: 22 mil 500 millones de pesos. Y el 3 de mayo de 2021 fue escenario de una dolorosa tragedia, cuando una estructura colapsó y dos vagones se desplomaron, dejando 26 muertos y casi 80 heridos. Los peritajes del derrumbe desnudaron fallas estructurales, pero también falta de inspecciones y mantenimiento por parte del gobierno capitalino de la morenista Claudia Sheinbaum Pardo.

A finales de 2014, durante el gobierno del perredista Miguel Ángel Mancera en la capital, Marcelo Ebrard se autoexilió en Francia, debido a investigaciones en su contra por las irregularidades en la construcción de la Línea 12. El canciller acusó persecución contra él y su familia.

Marcelo Ebrard, el bombero de la 4T - Ebrard1
Foto: Facebook Marcelo Ebrard

Primer incendio

Tampoco fue terso su paso por la Secretaría de Relaciones Exteriores, que deja este lunes 12 para mover el tablero de “las corcholatas”, en una exigencia de piso parejo rumbo a la candidatura para las elecciones presidenciales de 2024.

A seis meses del arranque del gobierno de López Obrador, el expresidente estadounidense Donald Trump amenazó con imponer aranceles del 5% a los productos mexicanos de exportación, un porcentaje que iría en aumento si no se resolvía el constante flujo migratorio hacia Estados Unidos.

En su reciente libro, Ebrard cuenta que el plan del gobierno republicano era que México se convirtiera en un “tercer país seguro”, pero que les advirtió que era imposible, dado que se requería de un tratado y el Congreso mexicano no iba a aprobarlo.

Tiempo después, la exembajadora de México en Washington, Martha Bárcena, acusó al secretario de Relaciones Exteriores de negociar “en lo oscurito” el programa Quédate en México, para que los solicitantes de asilo en Estados Unidos pudieran esperar en territorio mexicano la resolución de sus casos. 

Sus declaraciones secundaron el testimonio del exsecretario de Estados Unidos, Mike Pompeo, quien en su libro titulado Never Give an Inch (Nunca cedas una pulgada) narró que Ebrard aceptó los términos del programa Quédate en México, pero que le pidió discreción para no afectar al gobierno de la llamada Cuarta Transformación. 

Ebrard negó un pacto secreto, acusó a Bárcena de un “rencor obsesivo” y afirmó que siempre actuó de manera transparente, informando al presidente y enviando al Senado mexicano el documento del acuerdo, en el que México y Estados Unidos se comprometieron a que cada parte aceptaría la devolución y procesaría la solicitud de refugiados.

“Soy un negociador nato, es una de mi soft skills que pondría en mi currículum. Desde negociar con miembros de la sociedad civil organizada para la reconstrucción del DF, tras el sismo del 85, hasta convencer al Ejército mexicano de dar una tregua con los zapatistas, para comenzar los diálogos de paz o armar un frente multipartidario para evitar el Fobaproa”, escribió Ebrard en su libro para explicar lo difícil de la negociación.

Mientras tanto, la frontera entre México y Guatemala se llenó de elementos de la Guardia Nacional, lo que fue criticado como el “muro de Trump” y la militarización de la frontera sur.

Marcelo Ebrard, el bombero de la 4T - mike-pompeo-1280x853
Mike Pompeo y Marcelo Ebrard. Foto: SRE

Segundo incendio

Roberto Velasco, un hombre cercano a Ebrard y actual jefe de la Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, cuenta en entrevista para La-Lista que el momento más crítico para ellos en la cancillería fue el arresto del general Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional, el 15 de octubre de 2020, en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. 

“Porque lo detienen sin aviso previo, y empieza con eso una tensión entre ambos países, porque les pedimos conocer pues de qué se trata, y nos mandaron un expediente, que después se hizo público y que contenía evidencia de lo más circunstancial e ilógica. Entonces, eso empezó un periodo de tensión muy importante en cuanto a la cooperación en materia de seguridad. Llevó varios meses poder encausar todo el problema que se había generado”, relata Velasco.

Velasco narra que Ebrard entendió desde el inicio que la detención de Cienfuegos iba a generar un problema y estaba preocupado por las consecuencias, pues el arresto se realizó sin conocimiento previo del gobierno mexicano.

“Rápidamente pudo visualizar todo lo que se iba a presentar hacia adelante, derivado de este incidente. Pero siempre, digamos, con tranquilidad, con mucha firmeza en las conversaciones que tuvo con William Barr, (entonces fiscal general de Estados Unidos) y en las conversaciones con el exembajador Christopher Landau, siempre defendiendo nuestra postura de manera muy enérgica”, añade.

Para Ebrard, la detención de Cienfuegos se trató de una maniobra para “intimidar” a las Fuerzas Armadas de México, según su libro.

Cienfuegos, quien fue el secretario de Defensa Nacional del gobierno de Enrique Peña Nieto, fue acusado de colaborar con el grupo del crimen organizado conocido como el Cártel de los Beltrán Leyva, a cambio sobornos. Sin embargo, en 2020, el Departamento de Justicia de Estados Unidos solicitó la desestimación de los cargos en contra del general tras un acuerdo con el gobierno mexicano.

“(El expediente) se trataba de 700 hojas, básicamente copias de carátulas de WhatsApp, que jamás habrían podido fundamentar una detención en nuestro país, menos la vinculación a proceso del general. Eran mensajes de celulares sin registro entre los miembros de un grupo del crimen organizado de Nayarit, ‘los H’, y un supuesto padrino que llamaban ‘Salvador Cienfuegos Zepeda’. Además, estas personas habían sido asesinadas con anterioridad a las fechas de los mensajes”, dice Ebrard en su biografía.

Tercer incendio

En plena pandemia de Covid-19, cuando todavía no había vacunas, en un contexto internacional en el que era muy complejo conseguir insumos médicos, y millones de personas en el mundo estaban siendo hospitalizadas de gravedad y otras fallecían sin siquiera poder despedirse de sus familiares, la cancillería se tuvo que involucrar en la emergencia sanitaria.

Velasco cuenta que en febrero de 2020 viajó a la conferencia de seguridad en Múnich, donde estuvo Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud, y dio un mensaje muy alarmante sobre el Covid-19. Luego cenó con funcionarios de China y también le presentaron un escenario desolador. A su regreso, informó al secretario de Relaciones Exteriores que el brote se estaba “empezando a volver un problema serio” y que, en cuestión de días o semanas, podría ser también un problema para México.

“Me dijo: ‘bueno, pero por qué esto es diferente a la pandemia A/H1N1’. Y le dije: porque parece que esto es mucho más contagioso y más letal”, recuerda.

“Él me dijo: ‘yo creo que lo más estratégico es que empecemos a pensar en las vacunas’, nadie estaba pensando en eso. Desde un inicio se lo planteó al presidente y gracias a eso tuvimos acceso a vacunas”, agrega.

En su libro, Ebrard dice que tuvo varias fricciones con las autoridades de salud en México, pues no creían en lo que estaba haciendo, conseguir vacunas que todavía no existían.

“Llevaba siete meses buscando tener acceso a las vacunas, o la vacuna que se autorizara primero. Hubo discusiones interminables con los responsables de la Secretaría de Salud, porque nunca se había producido una vacuna en cuestión de meses, todas llevan años en producirse y aprobarse y, por tanto, suponían que no habría ninguna en el corto plazo contra el Covid-19. Mi visión era la opuesta, habría vacunas muy pronto y habría que garantizar el acceso de nuestro país a ellas, en un escenario de competencia extrema”, afirmó.

El 23 de diciembre de 2020, México fue el primer país de América Latina en recibir la primera vacuna de Covid-19, de la marca Pfizer.

Rumbo al 2024

Marcelo Ebrard, el bombero de la 4T - ebrard-renuncia-reacciones
Ebrard anunció que renunciará a la SRE. Foto: Twitter @m_ebrard

Con 63 años, Marcelo Ebrard deja su cargo en la Secretaría de Relaciones Exteriores este lunes 12 de junio, para luchar en el proceso interno de Morena por la candidatura presidencial. Con su renuncia, obligó a las otras “corcholatas” a anunciar que harán lo mismo.

El equipo para impulsar la aspiración presidencial de Marcelo Ebrard comenzó a integrarse de manera formal hace un mes. El martes 2 de mayo renunció Martha Delgado Peralta, subsecretaría de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, para dedicarse a la promoción del aspirante. Luego, el 11 de mayo, Bernardo Aguilar Calvo, director general para Europa en la SRE, presentó su renuncia a la cancillería también para apoyar a Ebrard. Velasco continúa en la cancillería hasta este lunes, en espera de instrucciones. 

Mientras tanto, en tiempos en los que los políticos buscan ganar en el terreno de TikTok, “el tío Marce”, como le apodan en esta red social, se despidió de la dependencia con varios videos. En uno, mira la lluvia caer por la ventana mientras se escucha una melancólica Yuri cantando: “detrás de mi ventana”. En otro, anuncia en conferencia su renuncia a la secretaría mientras suena de fondo el grupo OV7 con la estrofa: “no me voy, y no voy a decir adiós, mientras no me olvides no me voy”.

Síguenos en

Google News
Flipboard