20 prácticos consejos de los gurús del dinero para no gastar de más en Navidad
Ilustración: FABIO BUONOCORE en Synergy/The Guardian

Puede que sea demasiado tarde para ahorrar en las fiestas, pero aún es posible ignorar el furor publicitario y reducir el gasto, lo que será mejor para el planeta y para el bolsillo. Expertos en economía comparten sus consejos sobre cómo ahorrar dinero esta Navidad.

Limita tu exposición a las expectativas irreales de la Navidad

“Hay formas de abrazar toda la alegría, calidez y conexión de la Navidad sin crearte una situación financiera realmente difícil”, dice Clare Seal, autora de Five Steps to Financial Wellbeing y creadora de la cuenta de Instagram @myfrugalyear, que vive en Bath. Una forma que tiene Seal de hacerlo es evitando las cuentas de redes sociales que ofrecen demasiadas tentaciones. “La Navidad solía ser sobre qué familia tenía las mejores decoraciones en su casa”, dice. “Pero ahora que podemos ver el interior de las casas de la gente en las redes sociales y tenemos una percepción muy distorsionada de la cantidad de cosas que compra la gente, porque los influencers suelen recibir muchos regalos”. ¿La solución? “Si tienes problemas para gastar cuando estás expuesto a estas cosas, lo mejor que puedes hacer es eliminar todo ese ruido. Silenciar o dejar de seguir las cuentas que provocan envidia o comparación. Date de baja de los correos electrónicos de marketing. La zanahoria por suscribirte es que obtienes un descuento: crea una cuenta de correo separada que sólo mires cuando decidas específicamente que quieres hacerlo”.

No eches dinero al problema

“A veces compro cosas sólo para poder cerrar la pestaña de mi teléfono”, admite Seal. El aumento de la carga mental en diciembre significa que “hay tantas decisiones que tomar, tanta administración navideña que hacer” y puede ser fácil echar dinero al problema para que sea una cosa menos de la que preocuparse. “A menudo, creo que gastamos dinero para poder dar las cosas por hechas”, afirma.

Piensa en regalos grupales

Esto es ingenioso. “Para cada familia”, dice Seal, “preparamos una cajita con regalos. Para el padre y la madrastra de mi marido, hemos incluido las fotos del colegio de nuestros hijos, una figurita de Percy Pig y una botella de hidromiel, así que se ha pensado en todos individualmente, pero es mucho más económico y lleva menos tiempo”.

Prueba jugar al amigo secreto

Seal es partidario de jugar al amigo secreto con los miembros de la familia, de modo que sólo haya que comprar y recibir “un gran regalo, en lugar de muchos regalos simbólicos”. Ken y Mary Okoroafor, del blog financiero The Humble Penny y autores de Financial Joy: Banish Debt, Grow Your Money and Unlock Financial Freedom in 10 Weeks, también están de acuerdo: “Es útil para asegurarse de que todo el mundo recibe algo en lo que se ha pensado intencionadamente”, dice Ken.

Dile adiós a la idea de que “no es Navidad sin…”

“Tenemos una lista interna de cosas que creemos que tenemos que hacer para que sea algo festivo”, dice Seal. “Ir a un bazar navideño o comer un pavo: son cosas bastante falsas o fabricadas. No hace falta hacer todas esas cosas para que sea una Navidad encantadora”. La familia de Seal comerá pollo este año “porque costaba una fracción del precio de un pavo del mismo peso y nadie se quejará; probablemente a nuestros hijos les guste más”, dice.

Presupuesta los gastos de las fiestas durante todo el año

Esto es algo que Seal intenta hacer, en la medida de lo posible, “empezando en febrero, porque enero siempre es complicado, y terminando en noviembre. Entonces tendremos dinero para gastarlo”. Si no has ahorrado este año, empieza cuanto antes en 2024. “Aférrate a esa sensación de malestar que tienes con el costo de la Navidad y ponlo en marcha para el año que viene”, dice. “Si no quieres gastar mucho en Navidad, puede que te comparen con Scrooge o el Grinch”. Existe la percepción de que “la Navidad debe ser cuando echamos todo por la ventana, pero obviamente después hay que recuperarse de eso”.

Elige regalos útiles

Los Okoroafor viven en Dartford (Kent) y tienen dos hijos de ocho y nueve años. “Nos aseguramos de que sus regalos sean variados”, dice Mary. “Les damos algo de vestir, algo que leer y algo con que jugar o crear”. Hasta ahora no han colgado botas navideñas, ya que los artículos para rellenarlas suman mucho dinero rápidamente, pero puede que empiecen la tradición este año con artículos como desodorantes, cepillos de dientes y productos para el cuidado de la piel. Los Okoroafor adultos tienden a no comprarse regalos entre ellos, se reservan para los cumpleaños.

Cena de Navidad de traje

Ken y Mary serán los anfitriones este año y tendrán 25 invitados. En lugar de pagar por toda la comida, cada invitado traerá un plato, desde el pavo hasta arroz jollof, compartiendo la carga de trabajo y el costo. Sugieren hacer una lista y no salirse de ella a la hora de comprar alimentos para evitar las novedades festivas que puedan colarse en el carrito: “A las personas que se distraen con todos los artículos brillantes de las estanterías les recomendamos comprar por Internet”, dice Mary.

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“Piensa creativamente en cómo presentar los regalos de navidad y no gastes mucho dinero sólo para que queden perfectos” … Ellie Austin-Williams. Ilustración: FABIO BUONOCORE en Synergy/The Guardian

Reutiliza y recicla

Desde las coronas hasta los adornos, “son los mismos desde antes de casarnos”, dice Ken, los Okoroafor reciclan todo lo que pueden. Hace unos años invirtieron 100 libras (2 mil 200 pesos) en un árbol artificial, que durará años. Si quieres comprar adornos, el mejor momento es justo después de Navidad, cuando están de oferta, dice Mary.

Haz tú mismo las tarjetas de Navidad, las envolturas y los regalos

Desde que los niños de Okoroafor eran pequeños, hacen sus propias tarjetas de Navidad. “Son más especiales y sus abuelos las guardan”, dice Mary. Otra opción es no enviarlas. “El importe de los timbres es una barbaridad”, dice Ellie Austin-Williams, asesora financiera y escritora que vive en Clapham. Su primer libro, Money Talks: A Lifestyle Guide to Financial Wellbeing sale a la venta en enero. Su abuelo está suscrito a un servicio de tarjetas virtuales, que cuesta una fracción del precio, “y se las envía a todo el mundo en cualquier ocasión”. Asimismo, el papel de regalo es un desperdicio; recicla o utiliza papel periódico o estraza, dice. “Piensa de forma creativa cómo puedes envolver los regalos y no te gastes un montón de dinero sólo para que queden perfectos”. A los Okoroafor les gusta una bolsa de yute atada con una cinta que puede reutilizarse infinitas veces. Seal hace regalos comestibles, como dulce de chocolate y naranja.

Recuerda que lo que cuenta es la intención

Es más fácil decirlo que hacerlo, dice Austin-Williams, pero “no siempre se trata del precio de lo que regalas. Los regalos más valiosos, o las cosas que la gente realmente recuerda, no son los que cuestan más dinero. Y hay muchas cosas que se pueden regalar que no cuestan dinero”, como vales para cuidar a los pequeños o ayudar en el jardín, u organizar una salida con amigos en lugar de comprarles un regalo. ¿Y si alguien te hace un regalo más caro de lo que tú puedes gastar? La sinceridad es la mejor política, dice Austin-Williams. “Puedes estar muy agradecido por ello, pero también decir ‘espero que no te importe, no estoy en situación de poder gastar mucho’ y pensar en formas de compensarlo con gratitud o tiempo”.

Si tienes deudas, busca ayuda

Si llegas al periodo de fiestas arrastrando deudas problemáticas, busca asesoramiento antes de empezar a gastar más. “Ponte en contacto con una organización benéfica”, dice Austin-Williams, “como StepChange o National Debtline, y busca ayuda profesional, porque puede ser realmente abrumador y estresante encontrarse en esa situación”.

Sé sincero sobre tus limitaciones económicas

“Si no estás en ese punto, pero tienes deudas, intenta ser honesto sobre la situación financiera en la que te encuentras”, dice Austin-Williams. “Habla con amigos y familiares sobre las limitaciones que tienes y la realidad de lo que puedes gastar. Creo que nos hacemos una falsa idea de lo que la gente espera que gastemos, ya sea en comida, relaciones sociales o regalos. Si te sinceras y dices: ‘No tengo espacio para eso en mi presupuesto’, o ‘Tengo dificultades este mes, ¿podríamos hacer otra cosa?’, verás que la gente sólo quiere pasar tiempo contigo y no se preocupa necesariamente por la actividad en sí. Si eres sincero, creo que muchas veces la gente está dispuesta a ajustar los planes y a trabajar dentro de tu presupuesto, pero tienes que decirles que tienes ese presupuesto y esas limitaciones”. Lo más probable es que la mayoría de la gente esté en el mismo barco. Seal dice que la crisis del costo de la vida es una buena forma de romper el hielo: “Una conversación incómoda es mucho mejor que recibir la factura de la tarjeta de crédito en febrero y no tener ni idea de cómo vas a pagarla”.

Evita las compras inútiles

Austin-Williams tiene un bebé de dos meses, al que no comprará regalos porque apenas será consciente de ellos, y hay tiempo de sobra para comprar regalos infantiles para Navidad. “Probablemente recibirá un par de cosas de los abuelos”. Pero se dará el capricho de comprarle un adorno personalizado, “porque eso durará para siempre”.

No te comprometas demasiado

“Es muy fácil decir que sí a todo”, dice Austin-Williams. “Yo lo he hecho y luego acabas con la agenda repleta, agotada y sin dinero”. Como tiene un recién nacido, este año hará la mayor parte de la vida social navideña en casa. “Invitaremos a gente a comer tartitas y a tomar algo, y así nos pondremos al día. Creo que todo el mundo siente que necesita aprovechar sus recursos un poco.

Crea tus propias tradiciones

Alexandra Stedman, redactora de Frugality, comerá macarrones con queso el día de Navidad en el norte de Londres con sus hijos pequeños (de tres y cinco años), que de todos modos no apreciarían una gran comida sentados en el comedor. En lugar de aferrarte a la tradición, piensa en lo que realmente te gusta. Para su familia, eso es “ver una película y comer botanas”. Es necesario reevaluar algunas tradiciones familiares para asegurarse de que la Navidad sea accesible, y Ken Okoroafor aconseja mantener conversaciones francas: “Pregúntate: ¿cuáles son nuestras tradiciones? ¿Hay cosas que podamos cambiar este año? Y todos pueden ponerse de acuerdo y seguir adelante”. ¡Ojalá!

Organízate

“Yo apuesto por las listas”, dice Stedman. “Cuando escondes los regalos, puede ser tentador comprar unos más”, pero una lista puede ayudar a evitarlo. Stedman compra estrictamente un regalo por persona y no compra para sus parientes si tiene que comprar regalos para sus hijos. Recomienda preguntar a la gente qué es lo que quiere: no hay que avergonzarse por regalarles algo que realmente apreciarán y utilizarán.

Compra en la vida real

Así te ahorras los gastos de envío, dice Stedman, y puedes comprobar si el regalo es bueno, algo que no siempre es obvio cuando se compra por Internet, además “comprar online destroza el alma”, afirma.

Intenta pasar los regalos

“Si es algo que sabes que le va a encantar a otra persona”, dice Stedman, “entonces no pasa nada. A mí me encantaría saber que me han pasado un regalo, porque todos tenemos que pensar así y hacer que todo circule. Tenemos que reentrenar nuestros cerebros y nuestra forma de pensar sobre los regalos”.

No olvides el verdadero significado de la Navidad

No, no todo consiste en combinar pijamas. “Es un cliché pensar en el cariño y el amor, pero es importante tenerlo siempre presente”, dice Stedman.

Traducción: Ligia M. Oliver

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