Anita Alvarez no competirá en las finales del Mundial de nado sincronizado
La nadadora Anita Alvarez no fue aceptada por la FINA para competir en las finales. Foto: Instagram / Anita Alvarez

En una decisión que se conoció apenas a unas horas de iniciar las finales por equipos de nado sincronizado, a celebrarse en Budapest, Hungría, la nadadora Anita Alvarez no pudo ser inscrita debido a prohibiciones de la Federación Internacional de Natación, FINA, por sus siglas en francés.

Mediante un comunicado de prensa, la FINA señaló que no existen condiciones de seguridad para la propia competidora, por lo que pidió al equipo estadounidense que reemplazara a Anita Alvarez en la escuadra que competirá en unas horas por la corona en la especialidad.

“Hay diferentes tipos de deportistas, algunos toleran bien que la cantidad de oxígeno y dióxido de carbono varíe de esta manera, pero hay quienes son más sensibles. Ella es una de ellas. Probablemente este deporte no es para ella”, declaró ante medios locales Bela Merkely, jefe de los servicios médicos del Mundial.

Anteriormente, Merkely fue duramente criticado por la lentitud en la respuesta de los salvavidas en la piscina, provocando que la propia entrenadora de Anita Alvarez, Andrea Fuentes, fuera quien se lanzara al agua para salvar a su pupila.

“Luego de que la entrenadora saltó a la piscina bajo su propio riesgo, los salvavidas locales no esperaron la señal del juez y decidieron intervenir inmediatamente para que la competidora norteamericana finalmente saliera del agua con su ayuda”, apuntó Merkely.

El máximo esfuerzo que se imponen los deportistas de esta rama es una de las condiciones que pudo desencadenar el incidente sufrido por Anita Alvarez en la piscina.

“Forzamos nuestro cuerpo hacia el límite y a veces lo traspasamos un poquito, como me ocurrió el otro día y como realmente sucede en cualquier deporte. En nuestro deporte la gente no se da cuenta porque se puntúa una imagen de armonía y felicidad. Sonreímos con maquillaje. Esas pequeñas cosas esconden lo tremendamente exigente que es esto”, señaló la nadadora en entrevista con el diario As de España.

De acuerdo con la deportista, no fue consciente del esfuerzo que había realizado en la piscina hasta que concluyó la prueba.

“En el pasado he sentido que me desvanecía. Esta vez creo que estaba muy conectada mentalmente, tan metida en mi papel, viviendo el momento tan intensamente, que estaba realmente disfrutando de mi actuación y no era consciente de que estaba así. No sentí el dolor hasta que terminó.

“En esta rutina me encontraba genial, tan cansada como siempre pero disfrutando. Y cuando sentí que por fín podía permitirme relajarle fue cuando todo se volvió negro”, detalló en la entrevista.

Su entrenadora, Andrea Fuentes, está de acuerdo con ella, pues recordó que el esfuerzo físico necesario para destacar en su disciplina es equivalente al que se requiere en cualquier otro deporte.

“Todos sabemos lo que sucede en otros deportes: ciclismo, maratón, atletismo… Algunos no logran alcanzar la meta y algunos otros terminan arrastrándose o muriendo. Nuestro deporte es muy difícil también”, destacó.

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