Día del gato: así debes alimentar a tu michi

Hay tres cosas que los gatos saben hacer mejor que nadie: jugar, dormir y comer. Mientras que, para las dos primeras no es tan necesaria tu ayuda, sí lo es para elegir el alimento adecuado, puesto que de ello dependerá su salud y calidad de vida.

Desde hace más de 10 mil años, los michis viven con nosotros -o nosotros con ellos- y, aunque antes cazaban ratones y pequeñas aves, la domesticación cambió radicalmente su estilo de vida y condiciones de alimentación.

Los procesos fabriles y la elaboración de croquetas son una forma práctica de llevarles algo rico a los gatos que pueden digerir fácilmente. La elaboración es relativamente simple: los ingredientes, que pueden incluir harinas de cerdo, pescado, pollo o res, vegetales y maíz, trigo u otros cereales, se cocinan hasta los 200°C para producir una masa, la cual se pasa por una máquina de extrusión que las moldea. Luego son enfriadas y combinadas con alguna grasa.

Al igual que los humanos, no todos los gatos son iguales y sus requerimientos nutrimentales también son distintos. Mientras que los alimentos para los cachorros de hasta un año están enfocados en ofrecer nutrientes que ayuden a su vitalidad, los de gatos jóvenes tienen como objetivo prevenir algunas enfermedades y ayudar a su tracto digestivo; los de los gatos mayores, en cambio, están basados en fórmulas generalmente más fáciles de digerir.

“La cantidad de proteína en el alimento no necesariamente significa que tenga buena digestibilidad, esto va a depender del origen y calidad de la proteína. El  rendimiento depende no solo de su formulación y de los ingredientes con los que está elaborado, sino también, y principalmente, del metabolismo de cada gato”, señala la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

En un principio, de acuerdo con la dependencia, deberán ser veterinarios expertos quienes recomienden el alimento adecuado para tu michi, pero siempre debes estar al pendiente de elementos como sus heces, orina, pelaje o pérdida de peso para saber que le cayeron bien.

Aunque las croquetas están pensadas para ser almacenadas de manera sencilla, no está de más que consideres guardarlas en un sitio seco, fresco y ventilado, sin exposición directa al sol. Su plato o recipiente debe estar siempre limpio: recuerda, los gatos son especialmente quisquillosos cuando se trata de la pulcritud.

Por último, recuerda mantener bien hidratado a tu gatito. No le des agua de la llave pues, de acuerdo con la Asociación Americana del Gato, esta puede tener amibas u otros elementos que pueden enfermar a tu mascota; prefiere siempre contar con una fuente que mantenga oxigenada y en circulación el agua, para que tus michis beban cuánta quieran.