No está permitido: la pandemia pone de relieve la falta de baños públicos en Toronto
"Toronto es una ciudad rica, de clase mundial, donde los ciudadanos tienen que suplicar para ir al baño con sus hijos pequeños", dijo Shawn Micallef. Foto: Narin Eungsuwat / Alamy Stock Photo

Al realizar un recorrido en bicicleta en una tarde reciente, Dawn Russell se dio cuenta de que tenía que hacer pipí. Con seis meses de embarazo, ella sabía que cada viaje desde su casa significaría buscar un baño, pero la promesa de unas calles de ciudad vacías de coches fue mucha tentación.

“La pandemia ha hecho que el mundo sea muy pequeño, y se ha llevado tantas cosas. Perder la capacidad de tomar una verdadera caminata es una libertad que no estoy dispuesta a perder”, dijo Russell, cuyo nombre se modificó por razones de privacidad. “Prefiero arriesgarme y orinarme en los pantalones que quedarme encerrada en la casa.

Desafortunadamente cuando llegó el momento no había baños públicos que ver, y tuvo que encontrar alivio bajo un árbol.

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Mientras la mayoría de las ciudades empiezan a reactivarse, la falta en Toronto de baños públicos accesibles se ha convertido en motivo de descontento. Los residentes que se aventuran a salir tienen que depender de una serie de baños desorganizados, unos cerrados, otros en mal estado, algunos con horarios erráticos, lo que provoca acusaciones de que la ciudad no está creando espacios accesibles para todos.

Las urbes más importantes de Europa y Asia siempre han tenido un extenso sistema de baños públicos, con frecuencia hay personal que los atiende y cobran una pequeña cuota. Pero en América del Norte, los restaurantes, los cafés y los hoteles funcionan como baños públicos, para aquellos que se atrevan a usarlos sin temor a que los discriminen.

Durante toda la pandemia, la mayoría de estas instalaciones han permanecido cerradas en la ciudad más grande de Canadá, dejando a los residentes buscando alternativas con grandes problemas.

Toronto es una ciudad rica, ‘de clase mundial’ en donde los ciudadanos tienen que rogar para que los dejen usar un baño con sus hijos pequeños”, dijo Shawn Micallef, autor y cofundador de Spacing magazine. “No es aceptable en tiempos normales, pero durante la pandemia, es un riesgo de salud cuando sabemos que el mejor lugar es al aire libre”.

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Micallef tuiteó recientemente un cuadro de cientos de residentes que disfrutaban una puesta de sol en uno de los parques de la ciudad, e hizo notar que los baños públicos cercanos estaban cerrados.

Sé que es raro despotricar sobre los baños públicos en Twitter, pero ninguna de mis quejas han tenido tal resonancia”, dijo. “Todos tienen que ir al baño cuando no hay ninguno cerca. Porque la gente está fuera más tiempo, están viendo cómo golpea a ciertos grupos con mayor profundidad”.

Las personas con discapacidad, los indigentes, las mujeres embarazadas, los niños y la gente mayor se ven afectados en mayor proporción por la falta de baños.

Los concejales dijeron previamente que costaría millones adaptar los baños existentes para el invierno y añadir otros. Pero a finales del año pasado, la ciudad dijo que duplicaría el número de baños durante el invierno para ayudar a la gente a permanecer afuera.

Las temperaturas cálidas y los consejos de salud pública han sacado al aire libre a la gente; sin embargo, muchos baños permanecen cerrados. Otros tienen diferentes horas de operación, algunas veces cierran antes de la puesta del sol.

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Micallef dice que las fallas de la ciudad para reaccionar a las necesidades de los residentes durante la pandemia lo han vuelto cínico. Y comenta sobre la negativa reciente del concejo de la ciudad a permitir que la gente consuma bebidas alcohólicas en los parques públicos, a pesar de los consejos en contra. “Pero existen muchos votantes enojados y muchos concejales que podrían estar preocupados por estar en el lado equivocado de todo esto”, dijo. “Estamos divididos sobre tantas cosas. Pero nos unen  las ganas de ir”.

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