#VotarEsDeChingones

Solo puedo sentir amor y gratitud por este país que me ha dado todo.

México siempre ha sido motivo de orgullo e inspiración en mi vida. Siempre he pensado que somos el país más chingón del mundo, un auténtico cuerno de la abundancia, no solo por su singular forma, sino por lo mucho que ofrece. Mares, desiertos, bosques, selvas. Gastronomía, cultura, raíces, tradiciones. Y gente, mucha gente con grandes talentos.

Y tal vez no estamos conscientes de lo que significa tanta riqueza y diversidad. Por eso, necesitamos consciencia.

Si bien la mayoría nos sentimos orgullosos de ser mexicanos, muy pocos hoy sentimos orgullo por las dificultades que estamos atravesando. Violencia, desempleo y desesperanza contrastan con la seguridad, abundancia y bienestar que anhelamos todos. 

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Si llevamos a este país al siguiente nivel de consciencia de unidad, automáticamente nuestro nivel de vida va a mejorar. Pensemos en todos. Pensemos en un México unido.

Necesitamos ser más conscientes de los cambios que queremos obtener para nuestro amado país. 

Necesitamos cambiar nuestra mentalidad individual y colectiva. 

Necesitamos sembrar en el corazón de mujeres y hombres de México semillas de optimismo, libertad y valentía. 

Necesitamos salir a votar.

Sabemos que cada voto cuenta, que cada uno lleva una dosis del coraje y amor que México necesita.

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Los dos últimos años no han sido fáciles. Hemos escuchado demasiado sobre muerte, contagio, crisis económica, tratamientos no pagados, escasez, polarización, mujeres violentadas, asesinatos, improvisación, discriminación, mentiras y más mentiras. 

Sin embargo, México merece alegría, esperanza, libertad, bienestar. Para lograrlo necesitamos brindarle un rumbo nuevo. Y necesitamos estar muy conscientes de ello. Todos como uno solo. 

Hagamos consciencia de la cita que tenemos con la patria. Hoy y todos los días. Pero en especial, este 6 de junio.

Se trata de rescatar a México, de recuperar sus logros, de revisar su historia, su trayectoria democrática, sus valores y nuestra identidad. No caigamos en la trampa separatista, en los discursos vacíos, en las culpas al pasado, en las promesas sin sustento y en el falso nacionalismo que se trata de imponer desde el Ejecutivo. 

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Soy una orgullosa integrante de la generación de la transición democrática, legado del esfuerzo de nuestros padres y abuelos. Y no estoy dispuesta a que sea borrada de nuestro país.

La democracia está en riesgo porque no se escucha al otro. Las voces de mujeres, niños, enfermos no están siendo escuchadas. Tampoco el dolor ni el miedo. La única voz que se escucha es la de todas las mañanas. La voz de una sola persona. Una voz hueca, burlona y falsa, que nada bueno ha traído a México por más de dos años. 

Este 6 de junio vamos a elegir entre la dictadura o la democracia. 

México se está jugando todo en esta elección. Renunciemos al abuso de poder que hoy pone en riesgo la democracia. Salgamos a votar. Cambiemos el rumbo. Seamos conscientes de que juntos sí podemos.