#3AñosDeGobierno | El doble fracaso
Ciudadano Político

Provocador de ciudadanos, creador de espacios de encuentro y conocimiento. Exservidor público con ganas de regresar un día más preparado. Abogado y politólogo con aspiraciones de chef. Crítico de los malos gobiernos y buscador de alternativas democráticas. Twitter: @MaxKaiser75

#3AñosDeGobierno | El doble fracaso
Foto: Collage La-Lista

Dos de las promesas más importante del inicio del sexenio de este presidente eran el combate a la corrupción y la impunidad, y el acceso universal a la salud y las medicinas gratuitas. Cito textualmente de su discurso de toma de posesión del 1 de diciembre de 2018: “Habrá un auténtico estado de derecho. A nadie le estará permitido violar la Constitución y las leyes, y no habrá impunidad, fueros ni privilegios. Se acabará la impunidad”. Agregó: “Se hará realidad el derecho a la salud. El propósito es garantizar a los mexicanos atención médica y medicamentos gratuitos”. 

Es innegable que la corrupción en el sector salud tiene muchos años, así como la impunidad de la que han gozado algunos grandes jugadores cercanos al poder. También es importante reconocer que nunca se ha logrado tener un sistema perfecto, que provea medicinas a todos los derechohabientes que las requieren. Los cinco grandes jugadores públicos del sector salud –el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud, Pemex y las Fuerzas Armadas– administran miles de millones de pesos para la compra y distribución de medicinas y equipo médico, que tienen que llevar a todo el país y repartirlas a centros de salud de todos tamaños, en un mercado muy complejo y lleno de intereses. 

Así, lograr que se satisfaga el derecho a la salud de todos, y que se haga sin corrupción, es una tarea titánica, y era un gran propósito. 

Las herramientas legales e institucionales estaban a la mano. Por un lado, el presidente tenía el control de la Cámara de Diputados para lograr un presupuesto histórico para la compra de medicinas. Tenía al sector empresarial a su disposición para lograr acuerdos y compromisos muy exigentes respecto a precios, modelos de distribución, condiciones de integridad y calidad de los productos. Tenía la posibilidad de abrir las compras a procesos históricos en materia de competencia, transparencia, rendición de cuentas y selección de ganadores vía criterios objetivos, con licitaciones públicas que consiguieran las mejores condiciones para el Estado. Tenía (tiene aún) a su disposición a la Fiscalía General de la República y a la Secretaría de la Función Pública para investigar y sancionar legalmente a todo servidor público y empresa que abusaran y violaran la ley. Podía haber lanzado grandes operativos, investigaciones especiales y auditorías para sancionar casos ejemplares, que pusieran a todos los corruptos a temblar, y se dejara claro que las cosas serían diferentes. 

Pero nada de eso sucedió. En lugar de eso, tomó cinco decisiones gravísimas. Primero, le redujo drásticamente el presupuesto a todo el sector, con el pretexto de la austeridad. Segundo, concentró todas las compras en la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda creando un enorme embudo. Tercero, acusó de corruptas a varias empresas, canceló sus contratos, renunció a la competencia abierta y abusó de las adjudicaciones directas (según Mexicanos Contra la Corrupción, el 91.5% de los contratos relacionados con medicamentos y productos farmacéuticos han sido entregados por adjudicación directa en 2021), lo que genera enormes riesgos de corrupción. Cuarto, fue incapaz de generar una sola investigación o sanción por corrupción a una sola de las empresas que acusó. Quinto, las sustituyó por empresas oscuras, de reciente creación y hasta empresas fantasmas en varios casos, que no pudieron con el paquete. 

Lo que sucedió está a la vista de todos: el desabasto de medicinas es generalizado en todo el sistema, ha provocado miles de muertes, daños graves a la salud de millones, un enorme costo a miles de familias que han tenido que utilizar sus propios recursos para comprar medicamentos, y todo a cambio de cero casos de corrupción sancionados. Cero combate a la corrupción y a la impunidad. El doble fracaso es claro: el derecho a la salud prometido fue negado a millones, y la impunidad se convirtió en la regla general. Aún podría corregir, pero no está en su naturaleza cambiar de opinión. Por eso, todos los ciudadanos tenemos la obligación de mantener la vigilancia y la presión en este tema, hasta que se corrija definitivamente. Es por pura humanidad. 

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