Nos falta empatía

Activista, luchadora social y promotora de los derechos humanos de las mujeres, niñas, niños, personas con discapacidad, comunidades indígenas y personas LGBTQ+. Presidenta de la Asociación Civil Rosa Mexicano. @catymonreal_

Nos falta empatía
Imagen sobre bullying. Por Majito Vázquez / La-Lista.

Debo confesar que, como madre, el bullying es un tema que me rompe el corazón. ¿Cómo no va a hacerlo? Si una de las teorías más aceptadas acerca del bullying es que es una consecuencia directa de la incapacidad para aceptar las diferencias en las personas. Volteo a ver a mi hijo, quien tiene parálisis cerebral moderada, y la preocupación me invade. Como activista las estadísticas me dan vuelta por la cabeza. De acuerdo a la encuesta OpiNNA: Juguemos en las Calles elaborada por el Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), la mitad de los niños y niñas mexicanas admiten haber sido molestados con palabras ofensivas o haber sido amenazados por sus compañeros. La segunda causa más frecuente para sufrir bullying es la discapacidad. Esta cifra se refuerza con reportado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) quien de las 681 quejas que recibió sobre discriminación hacia niños y niñas entre 2012 y 2018, señaló que la mitad tenían que ver con infancias con discapacidad.

Estas cifras son una de las razones por las que empecé mi asociación civil Rosa Mexicano. Si bien para mí, mi hijo es un ser de luz, sé que aún no hemos construido un mundo que lo merezca. Conozco muy bien esos momentos de tensión en que empieza un nuevo año escolar, o conoce a un nuevo grupo de niños y niñas y me pregunto si lo trataran con todo el respeto y cariño que merece. No me preocupa mi hijo, que tiene una personalidad carismática, una alegría contagiosa y es bastante autónomo. Me preocupa el entorno en el que le toca vivir.

Las redes sociales están llenas de historias crueles. Niños y Niñas que se preguntan por qué nadie vino a su cumpleaños, que pasan sus recreos solos y solas, que piden dejar la escuela o se tienen que cambiar de escuela. No saben la frustración que las madres y padres experimentamos con nuestros pares que no solo tienen a sus hijos e hijas en la negligencia, diciéndoles que la diferencia es algo que se debe negar o evitar, si no que a veces activamente les enseñan a discriminar, señalar y agredir. De hecho,  según la OpiNNA, 45% de los niños cree que la discriminación contra las personas con discapacidad responde a la ignorancia: las niñas y niños no sabe cómo convivir con personas con discapacidad.

Es un tema importante. Con la condición de mi hijo me he dado cuenta de que existe aún mucho desconocimiento, desde gente que cree que la Parálisis Cerebral es contagiosa, o que asume que todos los casos implican que la persona no puede hablar o no entiende lo que dice. Es en esta ignorancia que la discriminación empieza a multiplicarse hasta excluir a las personas que son diferentes.

Hace poco conocí la historia de Shayden Walker. Un chico de 11 años con déficit de atención y que está en el espectro autista. Es por esa razón que tiene comportamiento auto estimulatorio (también conocido como stimming). Estos pueden ser ruidos y/o gesticulaciones que muchas veces son llamativos para las personas que no han convivido con personas en el espectro. Esta ha sido una de las razones por las que Shayden ha sido aislado en su escuela en Amarillo, Texas, al grado que decidió por su propia cuenta, ir de puerta en puerta en su colonia preguntando si alguno de sus vecinos tendría a algún hijo e hija de su edad que quisiera ser su amigo.

“Necesito amigos, desesperadamente”, fue la frase que se quedó grabada en la cámara de seguridad de unos de sus vecinos cuando el chico hablaba con ellos. Esa fue la frase que capturo el corazón de miles de personas, que decidieron compartir su historia en un llamado a la empatía. Ahora Shayden se ha vuelto una figura local, y la atención lo ha hecho florecer.

Sí. Faltan políticas públicas, recursos y espacios. Pero sobre todo falta mucha empatía con niños y niñas. Construir un mundo mejor para las personas con discapacidad empieza desde ahí.

Síguenos en

Google News
Flipboard