El jugo de betabel puede ayudar a las personas con enfermedad coronaria, dice un estudio
Los voluntarios bebieron 140 ml de jugo de betabel cada mañana durante siete días. Foto: Deborah Vernon/Alamy

Un vaso diario de jugo de betabel podría reducir la inflamación dañina en personas con enfermedad coronaria, según indica una nueva investigación.

La cardiopatía coronaria es el tipo más común de enfermedad cardíaca, la causa más frecuente de infartos y la principal causa de muerte tanto de hombres como de mujeres en todo el mundo.

Las personas que padecen esta enfermedad tienen niveles más bajos de óxido nítrico, el cual es producido naturalmente por el cuerpo y es vital para tener una buena salud. Además de su papel en la regulación de la presión arterial, tiene importantes efectos antiinflamatorios.

La inflamación es vital para proteger al organismo de lesiones e infecciones“, explicó el Dr. Asad Shabbir, investigador clínico de la Queen Mary University of London, quien dirigió la investigación. “Sin embargo, en las personas que padecen la enfermedad coronaria, la inflamación persistente puede agudizar el engrosamiento de las paredes de las arterias, empeorando su estado y aumentando el riesgo de sufrir un infarto”.

“Nuestra investigación sugiere que un vaso diario de jugo de betabel podría ser una forma de introducir nitrato inorgánico en nuestra dieta para ayudar a interrumpir la inflamación dañina”. La investigación, financiada por la Fundación Británica del Corazón (BHF), fue presentada en el congreso de la British Cardiovascular Society que se llevó a cabo en Manchester.

Los investigadores analizaron si el consumo diario de jugo de betabel con alto contenido de nitrato inorgánico aumentaría los niveles de óxido nítrico y si esto repercutiría en la inflamación.

El equipo analizó a 114 voluntarios sanos. De ellos, 78 recibieron una vacuna contra la tifoidea para aumentar temporalmente la inflamación de sus vasos sanguíneos y 36 recibieron una crema para crear una pequeña ampolla en su piel y producir una inflamación más localizada.

Los voluntarios bebieron 140 ml de jugo de betabel cada mañana durante siete días. La mitad bebió un jugo que tenía un alto contenido de nitrato, mientras que la otra mitad bebió un jugo al que se le había extraído el nitrato.

En el grupo al que se le administró la vacuna contra la tifoidea, las personas que bebieron el jugo de betabel rico en nitrato presentaron niveles más altos de indicadores de óxido nítrico en la sangre, la orina y la saliva, en comparación con las que consumieron el jugo sin nitrato.

El jugo con alto contenido de nitrato también pareció restaurar la función del endotelio, las células que revisten el interior de todos los vasos sanguíneos. El endotelio es fundamental para que los vasos sanguíneos funcionen con normalidad, sin embargo, esta función desaparece en caso de inflamación.

Los investigadores también descubrieron que las ampollas se curaron con mayor rapidez en el grupo que bebió el jugo de betabel rico en nitratos, y que el número de glóbulos blancos derivados de la inflamación presentes en las muestras de líquidos tomadas de las ampollas era menor después de tres días.

Los investigadores creen que el aumento de los niveles de óxido nítrico ayudó a acelerar la rapidez con la que los voluntarios se pudieron recuperar de la inflamación al cambiar las células inmunológicas clave de un estado que promueve la inflamación a un estado más antiinflamatorio. Sugieren que esto podría beneficiar a millones de personas que padecen la enfermedad coronaria.

Ahora se están programando ensayos clínicos para comprobar si una dieta rica en nitratos produce efectos similares en los voluntarios sanos del estudio y si éstos pueden reducir el riesgo de sufrir un infarto.

“Esta investigación sugiere que aumentar el nivel de nitrato inorgánico en la dieta podría ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo”, señaló el profesor James Leiper, director médico asociado de la BHF. “Sabemos que la inflamación desempeña un papel importante en el desarrollo y la evolución de las enfermedades cardiovasculares y, por lo tanto, las intervenciones que pueden reducir la inflamación tienen potencial como futuros tratamientos para combatirla”.

Otra investigación presentada en la conferencia revela que se han identificado cambios en áreas del cerebro asociadas a las emociones en personas que padecen el síndrome de Takotsubo, a veces conocido como síndrome del corazón roto. La Universidad de Aberdeen también descubrió cambios en la actividad cerebral en las zonas conocidas por controlar los latidos del corazón.

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