‘Soy una prisionera’: las mujeres luchan contra las leyes de Medio Oriente que las mantienen atrapadas en casa
Una mujer en la calle en Amán, Jordania, uno de los países de la región donde las libertades de la mujer siguen estando restringidas. Foto: Artur Widak/Getty Images

Puede que tenga casi 30 años, pero Aya* tiene prohibido salir de su casa en Amán, Jordania. No puede salir a comer con sus amigas y no tiene derecho legal a decidir dónde vivir, trabajar o estudiar.

La historia de Aya es común en todo Medio Oriente y en el Norte de África, donde países como Jordania, Irán y Arabia Saudita todavía tienen leyes que obligan a las mujeres ya sea a “obedecer” a sus esposos, a vivir con ellos o a pedirles permiso para salir del domicilio conyugal, trabajar o viajar.

Soy una prisionera en casa“, comenta Aya. “Si salgo sin que mi familia lo sepa, me encerrarán en mi cuarto y me golpearán tan fuerte que sentiré dolor durante meses. Me amenazan de muerte. Hay muchas chicas como yo”.

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Protesta en la ciudad de Gaza en 2021 por la decisión que prohíbe que las mujeres viajen sin permiso de un ‘tutor’. Foto: Adel Hana/AP

Aunque la mayoría de los gobiernos de la región indican que permiten que las mujeres saquen pasaportes y viajen al extranjero sin necesidad del permiso de un tutor, la legislación referente a las mujeres casadas establece sanciones en caso de que lo hagan.

Las leyes de 15 países de la región –entre ellos Israel, donde los tribunales religiosos tienen jurisdicción sobre el matrimonio y el divorcio– significan que las mujeres pueden perder el derecho a la manutención de sus esposos por salir del domicilio conyugal, trabajar o viajar sin el consentimiento de su esposo. Además, en Jordania, Kuwait, Qatar y Arabia Saudita, se puede detener, encarcelar u obligar a regresar a las mujeres en caso de que los tutores denuncien su ausencia del hogar.

“Es importante comprender que la violencia contra las mujeres no solo incluye la violencia física; también incluye las restricciones de circulación”, comenta Rothna Begum, investigadora principal de Human Rights Watch, que publicó un nuevo informe sobre el tema enfocado en la región de Medio Oriente y el Norte de África (MENA).

Los 15 países en los que las mujeres se pueden enfrentar a una sanción si salen de casa sin el permiso de un tutor hombre

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Gráfica de The Guardian. Fuente: Human Rights Watch. Nota: el informe solo abarca Medio Oriente y el Norte de África.

Existe un espectro de mujeres que están controladas; algunas tienen toque de queda, pero otras ni siquiera pueden reunirse con sus amigas en una cafetería. No tienen capacidad para tener una vida social en ese sentido. Las mujeres hablan de que su falta de autonomía contribuye a la depresión; algunas se sienten tan controladas que intentan suicidarse”.

Lina*, de 24 años, trabaja de forma remota desde su casa en Amán porque su padre no le permite salir de casa. Aunque gana más dinero que los demás miembros de su familia –2 mil 400 dólares (unos 40 mil pesos) al mes–, Lina no sabe cómo gastarlo porque no puede salir. Hace poco, Lina rechazó un ascenso laboral porque no se sentía cualificada.

“No creo tener buenas habilidades sociales porque no puedo salir y socializar como mis hermanos”, explica.

El padre de Lina no le permitió asistir físicamente a una universidad mixta, aunque su hermano de 18 años tiene planeado ir a una de esas universidades.

Lina le suplicó a su padre que le permitiera inscribirse en una universidad en línea donde la asistencia en persona solo era necesaria dos veces al mes para los exámenes; él accedió con la condición de que la llevara y la recogiera en cada ocasión.

“La gente intentará decirte que esto no existe en Jordania”, comenta Lina. “Dirán: Mira todas las mujeres que salen a la calle, que llevan una vida normal. Pero no puedes ver a todas las mujeres que hay dentro“.

“Si me caso, me voy de Jordania y después me divorcio, estaré fuera de Jordania y mi familia no lo sabrá. Entonces podré ser libre”, explica.

Jordania tiene la tasa de alfabetización femenina más alta de la región de MENA, de casi el 98%; el 56% de los estudiantes universitarios de Jordania son mujeres. No obstante, también tiene una de las tasas de participación femenina en el mercado laboral más bajas de todos los países del mundo.

“Muchas chicas ven salir a sus hermanos mientras ellas están encarceladas en casa”, comenta una mujer de 26 años en Amán, que pidió permanecer en el anonimato por su seguridad. “Nos sentimos destrozadas. Se siente como si estuviera perdiendo mi futuro. Sé que mi vida no es normal. Me quedo quieta y el mundo entero se sigue moviendo”.

*Se cambiaron los nombres.

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