No es necesario que los países concedan nuevas licencias de petróleo, gas o carbón, según un estudio sobre combustibles fósiles
Se espera que el documento reavive las críticas al gobierno conservador de Reino Unido, que ha prometido cientos de licencias de exploración de petróleo y gas para impulsar la industria del Mar del Norte. Foto: Russ Bishop/Alamy

El mundo tiene suficientes proyectos de combustibles fósiles planificados para satisfacer la demanda energética mundial prevista hasta 2050 y los gobiernos deberían dejar de conceder nuevas licencias de petróleo, gas y carbón, según un amplio estudio dirigido a los líderes políticos.

Si los gobiernos llevan a cabo los cambios prometidos para evitar que el mundo incumpla sus objetivos climáticos, no serán necesarios nuevos proyectos de combustibles fósiles, afirmaron el jueves investigadores del University College de Londres y del Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD).

Los datos ofrecieron lo que calificaron como una “rigurosa base científica” para que los gobiernos mundiales prohíban nuevos proyectos de combustibles fósiles e inicien un declive controlado de la industria de combustibles fósiles, fomentando al mismo tiempo la inversión en alternativas de energía limpia.

Al establecer una “demanda clara e inmediata”, los líderes políticos podrían fijar una nueva norma en torno al futuro de los combustibles fósiles, frente a la cual la industria podría ser “inmediatamente responsable”, afirmaron los investigadores.

El artículo, publicado en la revista Science, analizaba las proyecciones de la demanda energética mundial de petróleo y gas, así como de electricidad generada con carbón y gas, utilizando una amplia gama de escenarios elaborados para el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU que limitaban el calentamiento global a 1.5ºC por encima de los niveles preindustriales.

Además de no necesitar nuevas extracciones de combustibles fósiles, el informe concluye que en un futuro neto cero no se necesitaría una nueva generación de electricidad a partir de carbón y gas.

Se espera que el documento reavive las críticas al gobierno conservador de Reino Unido, que ha prometido ofrecer cientos de licencias de exploración de petróleo y gas para impulsar la industria del Mar del Norte, una política que se ha convertido en una línea divisoria clave con el partido laborista de la oposición antes de las elecciones generales del 4 de julio.

Los laboristas han prometido poner fin a la concesión de nuevas licencias en el Mar del Norte si llegan al poder, y también planean aumentar los impuestos sobre los beneficios obtenidos por los yacimientos de petróleo y gas existentes para ayudar a financiar inversiones en proyectos de energía verde a través de una nueva empresa propiedad del gobierno, Great British Energy.

El Dr. Steve Pye, coautor del informe del Instituto de la Energía de la UCL, declaró: “Es importante destacar que nuestra investigación establece que existe una base científica rigurosa para la norma propuesta al demostrar que no hay necesidad de nuevos proyectos de combustibles fósiles”.

“La claridad que aporta esta norma debería ayudar a centrar la política en el objetivo de la ambiciosa ampliación necesaria de las inversiones en energías renovables y limpias, al tiempo que se gestiona el declive de las infraestructuras de combustibles fósiles de forma equitativa y justa”, afirmó Pye.

El informe amplía los trabajos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que en los últimos años ha advertido de que ningún nuevo proyecto de combustibles fósiles era compatible con el objetivo mundial de construir un sistema de energía neta cero.

La AIE descartaba cualquier nueva inversión en proyectos de combustibles fósiles de larga duración, pero reconocía que sería necesario seguir invirtiendo en los activos de petróleo y gas existentes y en los proyectos ya aprobados.

El Dr. Fergus Green, del departamento de Ciencias Políticas de la UCL, declaró: “Nuestra investigación extrae lecciones de cambios pasados en las normas éticas mundiales, como la esclavitud y las pruebas de armas nucleares. Estos casos demuestran que las normas resuenan cuando conllevan exigencias sencillas de las que los actores poderosos pueden responsabilizarse inmediatamente”.

“Objetivos complejos y a largo plazo, como emisiones netas cero para 2050 carecen de estas características, pero ningún nuevo proyecto de combustibles fósiles es una exigencia clara e inmediata, frente a la cual todos los gobiernos actuales, y la industria de los combustibles fósiles, pueden ser juzgados con razón”.

El jefe saliente de la Comisión de Cambio Climático de Reino Unido, Chris Stark, declaró el mes pasado que el concepto de “cero neto” se había convertido en un eslogan político utilizado para iniciar una “peligrosa” guerra cultural sobre el clima, y que sería mejor abandonarlo.

“Si sólo es un eslogan, si se considera una especie de corral para toda una serie de cuestiones culturales, entonces me parece muy bien que se abandone”, declaró Stark. “Lo mantenemos como un objetivo científico, pero no necesitamos utilizarlo como un distintivo que llevamos en todos los programas”.

Green afirmó que una postura política sobre el apoyo a nuevos proyectos de combustibles fósiles debería “servir como prueba de fuego” para saber si un gobierno se toma en serio la lucha contra la crisis climática. “Si permiten nuevos proyectos de combustibles fósiles, es que no van en serio”, añadió.

Traducción: Ligia M. Oliver

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