El apagón de las energías renovables en México
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El apagón de las energías renovables en México
Foto:Seagul/Pixabay.com

Mientras muchos países del mundo deciden invertir cada día más en energías renovables para generar electricidad de forma sustentable, México da pasos hacia atrás. Para integrarlas en cantidades significativas, se necesitan cambios al sistema eléctrico que por décadas ha dependido de la generación con combustibles fósiles. Muchos países, incluso con menos viento y sol que nosotros, lo están haciendo porque creen que el futuro no puede radicar en generar más electricidad para más personas con base en fósiles. México, en cambio, con un potencial renovable envidiable, en lugar de hacer cambios al sistema eléctrico, prefiere limitarlas.

Vamos en sentido contrario.

Las energías renovables en México habían venido creciendo a pasos agigantados. Tan solo entre 2017 y 2019, la capacidad de generar electricidad con viento y con sol aumentó en un 50 por ciento y en un 2,200 por ciento, respectivamente, evidentemente como resultado de la planeación y construcción de infraestructura de años atrás. Es desolador constatar que, como vamos, hasta el 2023 el crecimiento será prácticamente nulo.

La visión del actual gobierno mexicano de fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ha resultado en un ataque frontal a las energías renovables mediante diversas posturas políticas y medidas regulatorias, al tiempo que no ha habido ninguna medida relevante que indique que se desea también fortalecer a la red de transmisión de CFE.

La electricidad no puede almacenarse (por lo menos no de manera económica, aún), por lo que la que se genera en cierto momento debe consumirse en ese preciso momento. Evidentemente no siempre hay viento y sol, por lo que la electricidad que se genera a partir de estas fuentes es intermitente. Con la integración de cada vez más proyectos de este tipo al sistema, es necesario que el operador, en nuestro caso CENACE, asegure el respaldo necesario para que no haya apagones.

Es decir, para que podamos alcanzar una alta penetración de energías renovables, necesitamos cambiar el sistema: hacerlo más flexible, con una red más fuerte, y capacidades para responder oportunamente y de forma efectiva a las intermitencias.

Internacionalmente existen ejemplos de sistemas en donde la generación de electricidad a través de fuentes intermitentes tiene una participación significativa. En Alemania, el 29 por ciento; Irlanda, 33 por ciento; Uruguay, 33 por ciento; y Dinamarca, 59 por ciento.

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En estos casos, hay incluso horas del día en donde el 65 por ciento o más de la electricidad viene de fuentes eólicas y solares. En México, en 2020, la participación de las energías renovables en la generación de electricidad total apenas alcanzó el 10 por ciento. Y el costo ya no es impedimento; las energías renovables son baratas mundialmente. Es claro que sí se puede.

México está dejando pasar una gran oportunidad de contar con energía limpia y barata. De acuerdo con datos oficiales de 2020, a CFE le costó 1,430 pesos generar un megawatt-hora, mientras que pudo adquirir electricidad mediante subastas en menos de la tercera parte.

Ya quisiera Dinamarca nuestro viento y sol.

Aun así, la actual administración ha tratado de imponer diversas medidas para poner freno a las renovables –que van desde regalarle certificados de energía limpia a CFE hasta poner trabas a la conexión de las renovables a la red e incrementar hasta en 600 por ciento las tarifas de transporte para ciertos proyectos. Todas estas medidas han sido combatidas en distintos tribunales logrando su suspensión, incluyendo una famosamente promovida por Greenpeace.

Un factor indispensable para lograr una mayor penetración de energías renovables en el sistema eléctrico es contar con una red de transmisión que conecte las zonas en donde existen los recursos (viento y sol) con los puntos de consumo. Por ley, “CFE Transmisión”, es la única que cuenta con esta facultad de ampliar la red. Es decir, si las energías renovables no están teniendo cabida en el sistema eléctrico, es porque no hay red de transmisión suficiente. El cambio necesario está en la red, no en limitar las renovables.

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Aquí, los recursos tampoco deberían de ser impedimento para la inversión en la red. Hoy, CFE Transmisión es la empresa de CFE más rentable. Mientras CFE ha perdido dinero, CFE Transmisión siempre ha tenido un saldo positivo. En 2019, este saldo fue de más de 18 mil millones de pesos. No solo no se ha no se ha invertido en transmisión en una década, sino que incluso se han cancelado licitaciones. El apagón del mes pasado, que dejó a millones de mexicanos sin electricidad, inició en una línea de transmisión donde ya se había identificado la necesidad de fortalecerla y ampliarla.

Muchos gobiernos han definido planes de recuperación post-Covid enfocados en la necesidad de lograr economías más sustentables, con más electricidad para atender las necesidades de las generaciones presentes y futuras, sin afectar irremediablemente al planeta. México, por el contrario, está privilegiando la energía fósil, bloqueando a las renovables y tiene una red de transmisión estancada.

Para México, la anhelada soberanía energética nunca será posible sin energías renovables. Hoy, generamos electricidad con combustibles importados. Las energías renovables son el camino que asegura tarifas eléctricas más baratas que nos harán más competitivos y el desarrollo sustentable del país. Ya quisiera Dinamarca nuestro viento y sol.

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