#3AñosDeGobierno | ¿Cómo llegamos aquí?
Política consciente

Licenciada en Relaciones Internacionales. Consultora en imagen pública y estratega en comunicación. Actualmente produce y conduce el programa The White Table para MMoodtv. Cofundadora del colectivo TÚ x México. Twitter: @anapatam_mx

#3AñosDeGobierno | ¿Cómo llegamos aquí?
Foto: Collage La-Lista

Tres años de promesas incumplidas, contradicciones y mentiras. Tres años de ser gobernados por un personaje que se ha dedicado a colonizar nuestro lenguaje, polarizándonos y fabricando cortinas de humo diarias, que no admite más palabra que la suya, bombardeando cotidianamente desde la mañana con una serie de imágenes, mensajes, símbolos, escenificaciones, enemigos imaginarios, campañas y persecuciones políticas en contra de sus adversarios.   

Tres años de gobierno que se han ido a gran velocidad por la cantidad de sucesos, por las formas, por la retórica del lenguaje, de la agenda y la cantidad de información que se ha generado diariamente, lo que ha hecho difícil la comprensión de la intensidad política en la que ahora vivimos. Parece que han sido muchísimos años bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.   

Tres años de gobierno en los que, a pesar de su mal desempeño y de sus pésimos resultados, sigue siendo un presidente popular. En lo que va del sexenio, una sola obra no se ha inaugurado, no hay medicamentos ni vacunas, por el contrario, el porcentaje de número de pobres ha ido en aumento, los feminicidios y el crimen organizado están en los peores números de la historia de nuestro país, no hay un solo funcionario de su gobierno investigado o procesado por actos de corrupción pese a las evidencias. No hay cifras de crecimiento económico, desarrollo social ni tampoco bienestar. Hay mayor desigualdad social, más deuda pública y mucha incertidumbre 

Desde el inicio de este gobierno, el presidente ha favorecido la lealtad por encima de la capacidad,  agudizando la tendencia a escucharse a sí mismo, haciendo a un lado a quienes lo cuestionan y convirtiéndolos en enemigos ante el ojo público.

Así mismo, hemos sido testigos que a lo largo de este gobierno se han ido incrementado la severidad de sus constantes ataques a las instituciones autónomas, el debilitamiento de las comisiones –como la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH)–, el acecho a instituciones académicas con la UNAM y el ITAM con intención de impulsar acciones que le permitan controlarlas y, como cereza del pastel, la militarización del país.

Debemos de hacer una crítica que vaya más allá de lo que está pasando en este instante, porque solo desde esa perspectiva podría plantearse una visión distinta de la política mexicana. 

El rumbo del gobierno de Andres Manuel López Obrador es muy preocupante, lo podemos ver a partir de las últimas iniciativas, tanto con la reforma del sector eléctrico que rompe todos los compromisos internacionales, como con el “decretazo” que genera una nueva polarización, el control de las instituciones, la radicalización del discurso y la ocupación del espacio público, evidenciando que lo relevante en este gobierno es el combate político y no la administración, no la gestión del gobierno. No nos sirve un presidente que se ha convertido en un maestro de ceremonias, en una democracia sin ciudadanos, clientelista, que acribilla árbitros y contrapoderes a nombre de la voluntad del incuestionable pueblo bueno. 

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