A 20 años de El método Grönholm

Hace unos días vi un breve avance de la película mexicana Recursos humanos, dirigida por Jesús Magaña y que estrenará muy pronto en nuestro país. Era un anuncio de los próximos lanzamientos de Cinépolis Distribución, por lo que asumo que llegado el momento se hablará mucho de ella, pues cuenta con el respaldo de esta influyente empresa.

Se trata de una coproducción entre México y Argentina que adapta la novela homónima de Antonio Ortuño de 2007, escritor mexicano ya consolidado que se une a la creciente lista de autores nacionales que actualmente gozan de una revaloración de su obra, gracias a adaptaciones cinematográficas y a series en plataformas de streaming.

Al ver una escena no pude evitar acordarme de El método Grönholm, la obra de teatro de 2003 del dramaturgo español Jordi Galceran, que le dio la vuelta al mundo e incluso tuvo un primer montaje en nuestro país en 2005, con Roberto Blandón, Martin Altomaro y Miguel Rodarte. La historia fue tan exitosa que se realizaron dos adaptaciones al cine, la primera en 2005, del director argentino Marcelo Piñeyro y rebautizada como El método, y la segunda en 2015, de Enric Folch, que retomaba el título original en catalán y el reparto de la primera puesta en escena que se realizó hace exactamente dos décadas, en mayo de 2003.

El texto de Galceran, que trata sobre una entrevista laboral y prueba de selección de personal a la que se debe someter un grupo de aspirantes dentro de una importante empresa multinacional, es tan poderoso que resuena hasta hoy, pues nos habla no solamente del cambiante (y exigente) panorama del trabajo, sino también de la deshumanización que se vive al interior del mundo corporativo. Justo ahora, cuando el trabajo está más precarizado que nunca y nos enfrentamos a otra inminente transformación con la llegada de la Cuarta Revolución Industrial.

De acuerdo con el informe Futuro del Empleo 2023 del Foro Económico Mundial, se prevé una drástica reducción en muchas labores de oficina y secretariado debido a la irrupción de la inteligencia artificial. Según este reporte, los trabajos más afectados serán los del personal de bancos y oficinas postales, cajeros y vendedores de boletos, secretarias ejecutivas y administrativas, y empleados de entrada de datos, entre otros.

El método Grönholm ya mostraba la crueldad en el proceso de selección de personal dentro de las empresas, en un futuro muy cercano, impersonal y casi automatizado, pero que aún no tomaba en cuenta a los robots. Por otro lado, la novela Recursos humanos todavía trató de la lucha de clases y las grillas de oficina, en ese ecosistema laboral de intrigas y puñaladas traperas, muy a la mexicana, donde los problemas terminaban por resolverse cara a cara y con unos buenos madrazos, algo que ya empieza a sonar casi romántico.

Quizá sea la última vez que veamos historias como éstas, pues empiezan a perder actualidad frente al cambio de paradigma, aunque todavía se parecen mucho a la realidad, como la francesa A tiempo completo (À plein temps, 2021), sobre una madre con dos hijos, divorciada y con trabajo de recamarera en un hotel, a pesar de contar con un título universitario y experiencia en marketing y negocios.

Como telón de fondo, una ciudad de París azotada por huelgas de sindicatos y paros de transportistas que amenazan con volverse una catástrofe. Es un contexto similar al que sucede en El método de Marcelo Piñeyro, que se ubica en un Madrid paralizado por manifestantes antiglobalización que protestan por la reunión del FMI con el Banco Mundial, sólo que en la francesa el personaje central y los espectadores estamos a pie de calle.

La influencia de El método Grönholm, o al menos su clara anticipación al tipo de producciones que hoy se realizan, también se ha dejado sentir en dos populares series hollywoodenses, Succession y Severance, que son como hermanastras malvadas de la que en su momento fue una comedia ligera como The Office, y más enfocadas en explorar las dinámicas de poder. Sobre todo Succession, que muestra a empleados y ejecutivos de una empresa multimedios como simples piezas de ajedrez cuyo único valor es estratégico.

En el contexto actual, solamente Severance parece adelantarse a lo que viene con la Cuarta Revolución Industrial, pues se trata de una historia que mezcla el drama con la ciencia ficción. En un “futuro” no muy lejano (si es que algo aprendimos de El método Grönholm), los empleados de las oficinas se someterán voluntariamente a un procedimiento que les permitirá separar su conciencia (de ahí el “severance” del título) en dos hemisferios: uno para la jornada laboral y otro para el descanso, con la intención de elevar la productividad sin disminuir la sensación de bienestar. ¿Será la única manera de competir con la inteligencia artificial?

En el mundo laboral somos como animales reaccionando a nuestro instinto de supervivencia. Todo sería tan diferente si las empresas fueran éticas. Hoy, los escritores de Hollywood están en huelga porque las plataformas de streaming se niegan a transparentar sus cifras, al mismo tiempo que pretenden abaratar su trabajo.

Quizá la lección más importante de la mayoría de estas historias sea recordarnos que el individuo nunca debe dejar de echar para adelante aunque esto signifique arriesgarlo todo, porque las empresas no están pensando en nosotros y nada debe venir antes que nuestro bienestar y nuestra dignidad humana. 

BREVES

El documental Love to Love You, Donna Summer estrena el 20 de mayo en HBO Max. Una opción musical para los fans de esta cantante y de la música disco.

Para los que andan cazando reestrenos de clásicos en la pantalla grande, la Cineteca Nacional exhibirá American Graffiti (1973) el 20 y 21 de mayo, mientras que el Cine Tonalá proyectará la película original de The Evil Dead (1981) el 20, 23 y 27 de mayo.

Al circuito de arte llega La última función de cine (Last Film Show, 2021), una entrañable película india para cinéfilos de todas las edades.