Fuente del Son, 17 años de resistencia en la promoción cultural

En el parque de la Ciudadela, muy cerca de la Plaza del Danzón, hay un pedacito de Cuba en la Ciudad de México. Frente a la biblioteca capitalina hay una estructura que todos los sábados se convierte en una embajada de la música afroantillana, se llama la Fuente del Son. 

Este proyecto está por cumplir 17 años el próximo 13 de septiembre, este espacio liderado por Charly Soriano Salinas tiene el objetivo de promover la cultura musical de Cuba y su impacto que tiene en la vida de los mexicanos. Sentado junto a su consola de audio, este promotor musical me contó que la idea nació a partir de las presentaciones esporádicas que tenía el conjunto Son Caribe, cuando no iba el grupo la gente se quedaba con ganas de bailar. 

Charly señaló que la Fuente del Son no sólo es un lugar donde las personas acuden a “sacudir la polilla”, es un espacio donde se difunde música no comercial, así como ritmos que no se escuchan de manera común en los medios de comunicación. Subraya que ahí se escucha desde son montuno hasta rumbambá, habanera, guaracha, timba y otra veintena de corrientes caribeñas. 

Soriano Salinas me explicó que no le gusta interrumpir las canciones con su voz en el micrófono, a su contraparte, entre pieza y pieza musical, se da el tiempo de explicar el origen o algún dato sobre la canción que comenzará;  ya que la meta es que la gente se involucre de manera integral en la música. También que se le da la oportunidad a artistas emergentes: “hay que escuchar a lo nuevo para evolucionar como músico, promotor y bailador”.
 
Charly también hizo énfasis en la importancia que tiene el promover esta música, ya que es parte de nuestra identidad multicultural como mexicanos. Y no se equivoca: durante el Censo de 2020, el Inegi respondió que en México viven 2 millones 576 mil 213 personas que se reconocen como afromexicanas, lo cual representa al 2% del total de la población. 

El amor hacia este tipo de música nació en el 2001, cuando Carlos asistió a un curso en el Centro Nacional de las Artes que impartió Luis Ángel Silva Melón. “El primer día quedé impactado, no conocía nada de esto pero el discurso de Melón me cautivó, desde entonces te atrapó el género y me he puesto a estudiar”. 

También explicó que han sido 17 años de resistencia, puesto que este lugar ha sobrevivido por la comunidad que asiste y apoya al proyecto. Todo esto lo celebrarán este domingo 10 de septiembre en un salón de baile, donde participarán Café Montuno, Son México Cuba, La Nueva Nostalgia, Son 14 y un grupo sorpresa. 

Los proyecto culturales no sólo los encontramos en museos, exhibiciones, galerías o eventos de recaudación; es urgente voltear a ver este tipo de espacios como La Fuente del Son que buscan más que un espacio para que la gente baile, son resistencias que quieren estrechar lazos con la academia y la industria musical. A veces las mejores sorpresas las encontramos sobre el asfalto, sino fuera por la misma comunidad no existirían. 

En febrero de este año la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, desató la polémica por prohibir los bailes tropicales en el kiosco Morisco de Santa María la Ribera, aunque gracias a la labor de la comunidad se consiguió rescatar el espacio. Ojalá estos espacios se ganen la atención de las autoridades correspondientes, pero no para quitarlos, sino apoyarles para que su impacto sea mayor.