Mario Vargas Llosa dice que su última novela será la definitiva
Mario Vargas Llosa recibió el Premio Nobel de Literatura en 2010. Foto: Orlando Sierra/AFP/Getty Images

El escritor vivo más conocido de Perú, el autor ganador del Premio Nobel, Mario Vargas Llosa ha anunciado que su carrera literaria de siete décadas está llegando a su fin y que su última novela será la definitiva.

En un epílogo a su nuevo libro, Le dedico mi silencio, el novelista de 87 años escribe: “creo que he terminado este libro. Ahora me gustaría escribir un ensayo sobre (Jean-Paul) Sartre, que fue mi maestro de juventud. Será lo último que escriba”.

Le dedico mi silencio ha sido descrito como una carta de amor a Perú y a la música criolla, la característica mezcla del país de valses europeos con influencias afroperuanas y andinas.

En entrevistas concedidas el jueves a medios de comunicación españoles, el escritor Mario Vargas Llosa dijo que, si bien no le quedaba tiempo suficiente para entregar una vigesimoprimera novela, esperaba seguir escribiendo y se había propuesto terminar su ensayo sobre Sartre.

“Tengo 87 años y, aunque soy optimista, no creo que viva lo suficiente para trabajar en una nueva novela, sobre todo porque tardo tres o cuatro años en escribir una”, declaró a La Vanguardia. “Pero nunca dejaré de trabajar y espero tener fuerzas para seguir hasta el final”.

Vargas Llosa, que vive en Madrid y tiene la doble nacionalidad peruana y española, es el último superviviente del fenómeno literario latinoamericano conocido como el boom, la explosión cultural de los años sesenta y setenta que dio a conocer al mundo los escritos de Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Julio Cortázar y muchos otros.

Desde la publicación en 1963 de su primer libro, La ciudad y los perros, en el que utilizaba la brutal academia militar limeña a la que había asistido a principios de los años 50 como microcosmos de un Perú acosado por las divisiones raciales, socioeconómicas y geográficas, Mario Vargas Llosa ha hecho la crónica de los usos y abusos del poder, ya sea político, militar, racial, económico, social o sexual.

Mario Vargas Llosa también declaró que, aunque el interés “chismoso” por sus asuntos privados, en particular su reciente relación de siete años con la socialité Isabel Preysler, se había inmiscuido en su vida, no le “molestaba ni le ofendía”.

“Lo importante para mí siempre serán las novelas y los ensayos, la cultura y las ideas liberales que he defendido durante años”, declaró Mario Vargas Llosa a un grupo de periodistas. “La gente que tiene claras esas prioridades no presta atención a las tonterías que ciertos elementos de la prensa escriben sobre mi vida, y que con frecuencia son inventadas”.

El escritor, que fue derrotado en su intento de llegar a la presidencia de Perú en 1990 por Alberto Fujimori, se ha mantenido abierto a la política.

Hace dos años, apoyó a regañadientes a Keiko Fujimori, la hija de su antiguo adversario, caído en desgracia, autoritario y ahora encarcelado, en su fallido intento de convertirse en la próxima presidenta de Perú, diciendo que era “el menor de dos males” en comparación con su rival, el líder sindical y profesor Pedro Castillo, de extrema izquierda pero socialmente conservador.

En el periodo previo a las elecciones generales de Brasil del año pasado, expresó su preferencia por Jair Bolsonaro frente a Luiz Inácio Lula da Silva.

“El caso de Bolsonaro es muy difícil”, dijo Mario Vargas Llosa. “Las payasadas de Bolsonaro son muy difíciles de aceptar para un liberal. Pero ahora, entre Bolsonaro y Lula, por supuesto que prefiero a Bolsonaro. Incluso con las payasadas de Bolsonaro, no es Lula”.

Al conceder a Mario Vargas Llosa el premio Nobel de Literatura en 2010, el comité dijo que había elegido al escritor “por su cartografía de las estructuras de poder y sus mordaces imágenes de la resistencia, la revuelta y la derrota del individuo”.

Traducción: Ligia M. Oliver

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