El derecho sanitario en las democracias modernas
Perístasis

Jefe de la División de Educación Continua de la Facultad de Derecho de la UNAM, socio de la firma Zeind & Zeind y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

X: @antoniozeind

El derecho sanitario en las democracias modernas

A finales del mes de junio se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, el encuentro anual de la Red Iberoamericana de Derecho Sanitario, la cual es una asociación integrada por académicas y académicos procedentes de diversas instituciones de educación superior  de Iberoamérica.


Además, todas y todos sus integrantes cuentan con líneas de investigación que día a día contribuyen al perfeccionamiento permanente de una rama del Derecho relativamente reciente como es el Derecho Sanitario.


Si bien la protección de la salud de la humanidad es una labor que todas las sociedades debemos procurar, lo cierto es que la pandemia que acabamos de padecer ha dejado patente la falta de comunicación y solidaridad existente entre todos los países del mundo pues, entre otras cosas, las distintas maneras de actuar en cada uno de ellos produjo que la falta de coordinación en las soluciones formuladas las hiciera poco efectivas.

Asimismo, la falta de potencia de instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) quedó clara al haber sido incapaz de orquestar, de una forma armónica, las respuestas que además de coordinadas debieron ser lo suficientemente contundentes para enfrentar el principal reto que ha enfrentado la Humanidad en muchos años.

Y es que el hecho de que en esta ocasión el Congreso Iberoamericano de Derecho Sanitario se haya denominado “El Derecho Sanitario en las Democracias Modernas” no pudo ser más oportuno, ya que en tiempos en los que buena parte de los organismos internacionales son cuestionados por ser onerosos para algunos y por su falta de eficacia para otros, la crisis en las que se ha visto envuelta la democracia en diversas latitudes no ha hecho sino profundizar las críticas a este tipo de entes y la inoperancia de las instituciones nacionales.

A propósito de este interesante encuentro, cabe destacar lo que parece ser una carencia endémica de autocrítica  en instituciones como la OMS pero también los excesos en los que han incurrido gobiernos que, sin la mínima evidencia
indispensable, tomaron y siguen llevando a cabo acciones que no solamente 
afectan la toma de decisiones globales coordinadas sino que han sido 
profundamente regresivas para el ejercicio de un derecho humano tan 
importante como lo es el de la protección de la salud.

Un ejemplo del efecto  negativo que tiene la crisis de la democracia en una 
adecuada protección de la salud, 
es la pretendida concentración del poder por parte de algunos actores que
han demostrado (ahora sí con base en evidencia) que en la toma de decisiones
para la resolución de problemas  es  necesaria la deliberación antes que 
la unilateralidad, siendo las 
decisiones colegiadas la mejor manera de mitigar el riesgo de que las 
ideologías se pongan por delante de la ciencia.

De igual manera, es importante destacar la hospitalidad y generosidad que países de 
avanzada en el estudio de estos imprescindibles temas como es Argentina,
han tenido para con quienes acudimos a este encuentro. Un país amable que
como otros tantos, enfrenta los mismos problemas y que necesita orquestar 
soluciones efectivas para garantizar el derecho a la protección de la salud de su población.  Aprovecho la ocasión para felicitar por el Día de la Abogacía celebrado ayer aunque presente en la vida y desarrollo de toda la sociedad diariamente. Felicidades.

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