Se acabó el escote: bienvenidos a la era de los abdominales increíbles

Los abdominales comenzaron en 2001, entre Britney Spears cantando I’m a Slave 4 U en los premios de MTV con un diamante en el ombligo y una pitón albina de Birmania en el cuello, y la época imperial de Sex and the City, en la que Carrie Bradshaw lucía, entre otros looks con la cadera al descubierto, un cinturón verde y blanco alrededor de su cintura que combinaba con una falda que colgaba por debajo de sus caderas, enmarcando varios centímetros de abdomen plano. En algún punto entre estos dos momentos de la cultura pop, los deseables músculos abdominales pasaron de estar suavemente tonificados a estar grabados en piedra. Si observamos a Britney, vemos que es delgada y musculosa, pero con un toque de curvatura en su abdomen, la sugerencia de maleabilidad. Solo unos meses después, los abdominales de Carrie parecen como si hubieran sido esculpidos por Miguel Ángel.

Vivimos en la era de los abdominales. Cuando Jennifer López y Ben Affleck se declararon oficiales en Instagram este verano, la topografía francamente magnífica de la zona inferior del abdomen de López fue el detalle definitivo. Cristiano Ronaldo puede hacer 142 abdominales en 45 segundos; Cher, que tiene 75 años, puede hacer planchas durante cinco minutos. Intenta seguir el ritmo, porque el abdomen desnudo ya no se limita a la playa. Este año, fue el look más sexy de la temporada de premios. Valentino, la elegante casa de moda italiana que ha creado vestidos para la alfombra roja que marcan el espíritu de la moda, vistió tanto a Carey Mulligan como a Zendaya con vestidos para los Oscar que llegaban hasta el suelo y que esencialmente eran faldas largas con tops de bikini muy elegantes. En los Emmys, Michaela Coel mostró una elegante franja de abdominales a través de su vestido de neón de Christopher John Rogers. Los abdominales de Zendaya lucieron chifón amarillo brillante, mientras que los de Mulligan brillaron en cobre, como monedas fundidas.

El fitness ha pasado de ser una actividad cotidiana a una religión (si no me crees, evidentemente no has ido a SoulCycle) y los abdominales son la marca de los verdaderos devotos. Muchos de los regímenes que han estado más de moda en las dos últimas décadas, el yoga, pilates, barre, tienen como objetivo un abdomen esculpido, y la ropa deportiva ha evolucionado para mostrarla. (Si Jane Fonda lanzara ahora su imperio de aeróbics, sin duda cambiaría los leotardos por un brasier deportivo y unos leggings). Es posible que los abdominales sean la cumbre de la moda, pero no son algo superficial. Un abdomen fuerte mejora la postura, protege la espalda y estabiliza las articulaciones para evitar problemas de cadera y rodilla. Cheer, el documental de culto que sigue la trayectoria del equipo de animadoras de Navarro College, combina dos obsesiones modernas, Netflix y los abdominales, en un paquete adictivo con un efecto deslumbrante.

En el momento oportuno, el fitness nos proporcionó abdominales justo cuando el woke estaba acabando con los escotes. La cultura popular solía servir la sensualidad de forma directa, los cuerpos femeninos comprimidos en bloques carnosos para encajar en los gustos patriarcales de rojo sangre. Sería estupendo poder decir que la sociedad ha evolucionado hacia la inclusividad y la valoración igualitaria de todos y cada uno de los cuerpos humanos, pero, lamentablemente, eso sería una total tontería. Es más preciso decir que la moda ahora aborda el tema del sexo con cautela, como quien intenta abordar un tema controvertido sin que le arranquen la cabeza. Los abdominales, que son saludables y sanos, pero también muy atractivos, son una especie de eufemismo visual para el erotismo.

Por supuesto, puedes optar por no participar en la carrera de los abdominales si te mantienes cubierto. Bueno, más o menos. Nuestro amor por un abdomen encorsetado por los abdominales también ha impulsado el auge del vestido largo y entallado, un look que retrata mejor The Vampre’s Wife, pero que se ve en todas partes. Este look recatado recurre para su silueta a unos abdominales tonificados en el abdomen.

Los nuevos pantalones de cintura alta son menos indulgentes con un abdomen blando que, por ejemplo, una camisa blanca oversize metida holgadamente en unos jeans de tiro bajo. ¿Quizás hemos llegado a la cumbre de los abdominales? Aún falta un poco para que regrese la temporada de bikinis de nuevo. Cruzo los dedos.