Científicos descubren la mejor manera de tranquilizar a un bebé que llora
Los estudios muestran que cuando las madres las cargan, las crías de los mamíferos altriciales se vuelven más dóciles, un efecto llamado 'respuesta de porteo'. Foto: Image Source/Getty Images

En lugar de regresar a la cama dando tropezones después de calmar por fin a su bebé que llora en la madrugada, quizás los padres privados de sueño quieran leer detenidamente la literatura científica más reciente sobre cómo se porta a los mamíferos altriciales.

En un intento para ayudar a quienes se han quedado dormidos a causa de la pérdida de sueño, los investigadores han llevado a cabo una serie de experimentos para averiguar qué método para tratar a los bebés que lloran los calma mejor.

Después de filmar a los padres abrazando a sus bebés, cargándolos de un lado a otro, meciéndolos en una carriola y acostándolos, los científicos determinaron una estrategia óptima, o por lo menos una que funcionaba mejor que las demás.

Publicando un artículo en la revista Current Biology, el equipo aconseja que los padres levanten a su bebé que llora, caminen con él durante cinco minutos –sin detenerse bruscamente ni cambiar de dirección– y después se sienten y lo abracen entre cinco y ocho minutos antes de volver a acostarlo.

“Se ha demostrado que el llanto excesivo, sobre todo durante la noche, es una de las principales fuentes de estrés de los padres”, señaló la Dra. Kumi Kuroda, del Riken Center for Brain Science en Saitama, Japón. “Vale la pena probar este método de apenas 15 minutos antes de que comiencen a preocuparse seriamente por lo que le ocurre al bebé”.

Este descubrimiento surgió de la investigación realizada con mamíferos altriciales –los que no pueden hacer nada al nacer–, como los gatos, los perros, los ratones, las ardillas y, particularmente, los humanos. Los estudios muestran que, cuando las madres las cargan, las crías se vuelven más dóciles, un efecto llamado “respuesta de porteo”. Como los animales suelen mover a sus crías para evitar un peligro inminente, es posible que esta respuesta haya evolucionado gracias a la mejora de los índices de supervivencia de las crías.

Los investigadores utilizaron grabaciones de video y monitores de ritmo cardíaco de bebés para clasificar cuatro enfoques diferentes para calmar a los bebés que lloran: cargar al niño mientras uno está sentado, acostarlo en una cuna, cargarlo mientras uno camina o mecerlo en una carreola o similar. El llanto solo disminuyó cuando los bebés estaban en movimiento, ya fuera cuando los mecían o los cargaban. El hecho de permanecer sentado con el bebé o de acostarlo en una cuna no contribuyó a detener las lágrimas.

Tras ser cargados durante cinco minutos, todos los bebés que lloraban dejaron de hacerlo y casi la mitad de ellos se durmieron, informaron los investigadores. Sin embargo, incluso para los padres cuyos bebés se calmaron, el peligro distaba mucho de haber terminado. Aproximadamente un tercio de los bebés se despertó nuevamente casi tan pronto como los volvieron a acostar.

Para descubrir qué despertaba a los bebés, los científicos indagaron en los datos del monitor del ritmo cardíaco. Esto reveló que las frecuencias cardíacas de los bebés en ocasiones aumentaban lo suficiente como para despertarlos cuando se interrumpía el contacto físico con los padres. Intentar acostar al bebé con mayor delicadeza no supuso ninguna diferencia. Lo que sí ayudó fue sentarse con el bebé dormido durante cinco u ocho minutos después de pasearlo para que alcanzara una etapa de sueño más profunda.
Aunque el método funcionó mejor que el resto, los científicos no afirman que se trate de una solución mágica para los padres privados de sueño. La investigación realizada en 21 bebés de Japón e Italia es “exploratoria”, y es necesario comprobar los resultados en estudios más amplios.

“Los bebés pueden pasar noches sin dormir por motivos muy diferentes”, señaló Gianluca Esposito, profesor de psicología del desarrollo y coautor del artículo en la Universidad de Trento. “Si el bebé tiene dolor de estómago, no creo que esto vaya a ayudar mucho. Lamentablemente, creo que muchos padres seguirán pasando noches de insomnio. Eso forma parte de ser padre”.

El profesor Ian St James-Roberts, quien ha estudiado las técnicas sobre cómo calmar a los bebés que lloran en el Instituto de Educación del University College de Londres, comentó que esperaba que el equipo continue con su trabajo. “Existen otros estudios sobre el uso del porteo parental y, en general, indican que los bebés lloran menos cuando los cargan”, explicó. “Sería bueno saber si estas nuevas guías más detalladas mejoran aún más la situación”.

“El llanto es un método de comunicación importante y normal en los bebés: el llanto le da voz al bebé”, señaló la Dra. Betty Hutchon, del Brazelton Centre UK. “Los bebés emiten distintos llantos según sus necesidades, como el cansancio, el malestar, el hambre o el deseo de que los tomen en brazos y jueguen con ellos. Con el tiempo, los padres aprenden a través del ensayo y error y con la experiencia lo que significa cada llanto. No existe una respuesta o estrategia que se adecue a las necesidades en todo momento de todos los bebés que lloran: las respuestas serán apropiadas en distintos momentos”.

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