10 apuntes sobre ‘El rey del cash’
#LaCasadelosEspejos

Periodista. Editor de Política en La-Lista.

10 apuntes sobre ‘El rey del cash’

1. En El rey del cash sí hay conversaciones de alcoba 

En la primera entrevista que dio Elena Chávez, con Carmen Aristegui, la autora dijo que su obra no se trataba de conversaciones de alcoba. La verdad sea dicha, en El rey del cash sí hay conversaciones de alcoba con su expareja César Yáñez, exvocero del hoy presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

2. No se abunda en el Metro

Al retomar su primera entrevista –ya haremos nosotros la propia– coincidimos con Aristegui Noticias en que el ángulo editorial a destacar de lo que la autora dijo del libro era que el Metro de la Ciudad de México había sido la caja chica de AMLO y compañía. Sin embargo, en El rey del cash no se abunda ni se dan datos o más detalles al respecto, si acaso aparecen unas menciones de que obtenían recursos de ahí. Y ya.

3. No se habla con protagonistas que deberían hablar 

Elena Chávez conversó, como parte de su libro, con personajes como Guadalupe Acosta Naranjo, quien estaba relacionado con la historia por haber sido presidente del PRD. Así como con Fernando Belaunzarán, quien solo se dedicó a opinar. Y con Ricardo Pascoe, que no sé por qué se quiso incluir y para colmo ya salió a declarar que no había pruebas de lo dicho en el libro.

Tres, solo tres personajes, cuando por interés periodístico se debieron buscar a más, sobre todo de algún otro que haya participado en las campañas mencionadas.

Me hubiera gustado leer a algún otro exdirigente del PRD, pues AMLO convivió con al menos tres. En fin, muchas ausencias y extrañas presencias.

4. No es un libro periodístico, es más del corazón 

Al leer El rey del cash, uno que es periodista y supongo que aún quien no lo sea se dará cuenta que no es un libro en el que se ejercite algún músculo periodístico. La verificación de datos, citar hechos, acompañar con entrevistas, hacer una crónica, presentar documentos (sin contar las declaraciones patrimoniales que ya son públicas), no es el fuerte del libro. Lo que sí logra, y cito a la prologuista Anabel Hernández, es llevar “al lector a las salas de reunión y lo sienta en las cenas para presenciar las discusiones privadas y públicas del mandatario y de quienes hoy cogobiernan a su lado”. Pero, advierto, no siempre lo que se cuenta en el libro es porque lo haya presenciado la autora, sino que hay muchas escenas que suceden según lo que a ella le contó César Yáñez.

El libro es percepción, corazón, testimonio.

5. No hay pruebas de la entrega del cash 

Suponiendo sin conceder, dirían los abogados, que cada lunes llegaban hasta con maletas a la casa de campaña de AMLO, ¿por qué nadie sacó una foto? No quiero culpar a la autora por esto, más bien me pregunto dónde estaban todos los reporteros que seguían a López Obrador, o incluso cualquier vecino, cuando llegaba alguien con una maleta. La escena me recuerda cuando Mario Delgado salió con una maleta de Palacio Nacional, pero eso –ocurrido hace unas semanas– no puede sustituir lo otro, pasado, ni podemos inferir automáticamente que sea una maleta llena de dinero.

La prueba mayor del cash que ofrece el libro es un cheque entregado por Guadalupe Acosta Naranjo, correspondiente a 300 millones de pesos. Pero eso no es cash, es un cheque y es legal, pues fue entregado por el INE al partido. El libro hace una resta curiosa, pues Acosta Naranjo dice que la campaña costó tanto, entonces ¿dónde está lo otro? Esto, perdón, no puede ser tomado como prueba de nada.

6. Errores de fechas, momentos…

El libro recupera hechos que en su momento registró la prensa, como el pase de charola de Luis Costa Bonino o el infarto de AMLO, y se complementa con alguna aportación de Elena.

No obstante, la línea del tiempo falla –a mi parecer– porque salta hacia atrás y hacia adelante los años en la historia de AMLO. Falla en el registro también, como decir que el país se encontraba “en las garras” del PRI cuando en la Presidencia estaba el PAN, y otros contextos, que fueron mejor explicados en este hilo:

7. ¿Por qué guardar información? 

Este libro está suavecito en comparación con lo que tiene guardado, le dijo Elena Chávez a Aristegui.

En El rey del cash la autora también menciona que dejó algo guardado por si algo le llega a pasar.

¿Cómo para qué? Ella dice que por seguridad…

8. La oposición está usando el libro 

Desde el primer día de circulación, la oposición está haciendo promoción del libro e incluso hay quienes le sacaron copias y ya circulan masivamente hasta tres PDF distintos por WhatsApp.

La oposición –esa tan necesitada de nombres, ahora resulta que se llaman Unid@s– gira de una u otra forma alrededor de AMLO, en lugar de ofrecer un cambio de rumbo. ¿Pero cómo pedirle un rumbo a quienes no lo tienen?

9. No conozco el trabajo de Elena 

Entre periodistas es fácil encontrar aunque sea una mínima referencia de alguien, para tener una valoración profesional o personal de esa persona. Espero poder tener más datos de qué otras cosas ha hecho, periodísticamente hablando, Elena Chávez. Por lo pronto no conozco algún otro de sus trabajos.

10. Juzgue usted El rey del cash

Deje de leer lo que yo o cualquiera opine sobre este libro. La opinión más importante es la suya y se forja leyendo. Ahora que si me dice que pasa sin ver, aquí le dejo entonces 10 frases de El rey del cash para que se entere de qué va, para que pueda opinar con una mínima base.

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