Famosos que ya son leyenda

En las últimas semanas, la partida de personajes famosos, leyendas vivientes en sus campos de creación, ha impactado a un adolorido mundo que no cesa de registrar malas noticias.

La lista no deja de sorprender, porque sus ausencias, en muchos de los casos, han dejado huecos imposibles de ocupar, por lo que hicieron en sus vidas y por su legado.

La muerte, por decir lo menos, es tajante, contundente, porque no hay nada que se pueda hacer contra ella: es implacable. Es por ello que la partida de personajes que marcaron un antes y un después en este frágil mundo contemporáneo no puede pasar inadvertida.

Apenas, el pasado 19 de enero, el mundo de la música conoció de la muerte de David Crosby, ese legendario guitarrista, intérprete y compositor, fundador del grupo The Byrds y de Crosby, Stills and Nash. Sin duda, un golpe para aquella generación, que vivió y vibró con éste ícono de la música.

Por supuesto, que éste es solo un ejemplo de lo que ha ocurrido en las últimas semanas, de la partida de aquellos personajes que fueron referentes generacionales, y que comienzan a irse uno a uno, como fichas de un dominó que caen de forma sucesiva y ordenada, cuando una empuja a la otra. Así las cosas.

Poco antes se despedía de la faz de la Tierra una leyenda del cine: Gina Lollobrigida, quien alcanzara fama con cintas como Mujer de Roma y Mujer descarriada. Su vivaz mirada y belleza singular, también convirtió a la actriz italiana en un figura emblemática de una generación.

El paso del tiempo tiene mucho sentido cuando nos damos cuenta que aquellos que gozaban de la gracia de la juventud comienzan a morir de viejos o por algún padecimiento que se aprovecha de su decadencia física.

La pérdida de otra leyenda, Jeff Beck, causó pesar en aquellos que vivieron con pasión los años de mayor esplendor del guitarrista británico allá por los 60 y 70. Junto con Eric Clapton y Jimmy Page, el irreverente Beck consolidó la música del pop rock en el mundo entero. Nuevas generaciones que conocieron su música también lamentaron su muerte y las redes sociales, (más recientes, pero que también ya se encuentran en su adultez) regurgitaron todo tiempo de expresiones de pesar el día de su partida, hace apenas unos días.

Más allá de la generación a la que pertenezcamos, estamos siendo testigos de la desaparición física de personajes que han estado ahí, en nuestro imaginario personal, y que en distintas formas han alimentado nuestros gustos y pasiones, incluso, nuestra propia cultura social e individual.

Estas pérdidas no dejan de causar cierta tristeza y nostalgia, cuando menos en mí, porque fragmentos de lo que estoy hecho también comienzan a desprenderse y a morir, hasta que completito me convierta en abono para las tierras del panteón, si bien me va.

El pensar que en el mundo ya no está “Pelé” me causa escalofríos, porque su referente siempre permitía medirlo con las estrellas actuales del futbol. Aunque lo sabíamos lejano de las canchas, pero que no del mundo que dominó por años como O Rei, sabíamos que como él ninguno. Bueno en ocasiones intenté atemperar discusiones porque no faltaba el necio que asegura que Diego Armando Maradona o Lionel Messi fueron por mucho más grandes que nuestro Edson Arantes do Nascimento, quien falleció hace menos de un mes. Ya ni para qué pelear.

Lo cierto es que estos íconos populares comienzan a ser devorados por el tiempo y adoptados por la muerte. Aún así, sabemos que sus vidas serán leyendas y depende de nosotros que sus historias sigan vivas y rozagantes.

Recordé que Lisa Marie Presley, única hija de Elvis Presley y Priscilla Presley, falleció recientemente a los 54 años edad. Seguramente no es una leyenda, pero sí un personaje famoso, en mucho por su padre (y también por su matrimonio con Michael Jackson). Su partida no deja de ser en cierta medida dolorosa, ya que la herencia directa, la huella física del “Rey del Rock and Roll” se pierde para siempre.

Así se han ido muchos más, que marcaron un sello distintivo en algunas generaciones, que disfrutaron de sus vidas en su paso por este mundo de mortales, que no de leyendas.

No nos viene nada mal decir gracias a todos aquellos que en algún momento nos hicieron sentir que lo que hicieron fue por cada uno de nosotros.

Olivia Newton John, Pablo Milanés, Ray Liotta, Sidney Poitier, Robbie Coltrane, Vangelis, Taylor Hawkins, Jerry Lee Lewis, Nichelle Nichols, Christine McVie, Héctor Bonilla… Gracias. 

Un hasta pronto a Lennon, la mascota familiar que nos dio una vida de felicidad.