Una nueva realidad migratoria
Con Sentido

Periodista zacatecana que en 2016 fundó Conexión Migrante, un medio nativo digital dedicado a la comunidad migrante mexicana y latina en Estados Unidos. Es JSK fellow y mentora en Metis, un programa para mujeres periodistas emprendedoras. Y antes que nada, mamá de Carlos Miguel.

Una nueva realidad migratoria
Migrantes centroamericanos a la espera de poder salir en caravana. Foto: EFE.

México vive momentos de cambio en sus flujos migratorios y en su composición social. Hace algunos años éramos únicamente vía de cruce de personas que querían llegar a Estados Unidos. Hoy, esa realidad está siendo superada.

En 2022, el país registró cifras récord tanto de migrantes sin documentos como de personas que eligieron a México como país destino. 

De acuerdo con datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, entre 2019 y 2022 las peticiones de visas humanitarias pasaron de 84 mil a 287 mil, mientras que las solicitudes de refugio eran 22 mil en 2019 y llegaron a casi 92 mil en 2022.

La situación en nuestro continente es complicada y, para muchos, México es la mejor opción luego de intentar llegar a Estados Unidos.

También es cierto que la migración es cada vez menos por motivos económicos. Se ha identificado que la violencia, la inestabilidad política, la inseguridad alimentaria, los cambios climáticos y los severos problemas económicos dejados por la pandemia de Covid-19 han cambiado este panorama.

Esta última afirmación forma parte del estudio Tomando en serio la migración: soluciones reales a complejos problemas en la frontera, realizado por el Center for American Progress (CAP).

Ahí se revela que México es el segundo país, luego de Colombia, que ha registrado un mayor incremento en solicitudes de asilo en los últimos años. Y por esa razón el reto es mayúsculo.

Hasta ahora no existen ni programas, ni mecanismos para incorporar a la población migrante que llega a México a servicios básicos de salud y educación, aunque sí existen vías para la incorporación laboral. 

Existen esfuerzos de organizaciones, sobre todo en lugares de alta intensidad laboral como San Luis Potosí o Monterrey, que están capacitando y apoyando a empresas y personas migrantes para incorporarlos a la vida laboral.

Hay mucho trabajo que hacer por parte de los gobiernos federal y estatales para crear las condiciones adecuadas para integrar a estas comunidades, sin crear tensión entre la población.

Migración = crecimiento

Lo que sí nos debe quedar claro es que la migración ofrece posibilidades de crecimiento económico para las regiones. Aunque no he encontrado un estudio específico sobre México, quizá porque el fenómeno es muy reciente, en Estados Unidos sí hay investigación al respecto.

El Center for American Progress siempre ha insistido en diversos estudios que darle documentos a los miles de migrantes irregulares en Estados Unidos traerá progreso económico para ese país.

El CAP es una organización que se dedica a analizar los diferentes fenómenos en Estados Unidos como la migración, el control de armas, la equidad, el cambio climático y la salud.

En un estudio reciente afirma que si Estados Unidos regulariza a los más de 10 millones de personas sin documentos, se lograría un crecimiento de 1.7 billones de dólares en el Producto Interno Bruto (PIB) durante los siguientes 10 años.

Con este ejemplo podemos empezar a pensar en las posibilidades que puede tener México, no sólo en un sentido económico, sino social y cultural.

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