La sucesión adelantada
#LaCasadelosEspejos

Periodista. Editor de Política en La-Lista.

La sucesión adelantada
Foto: Rogelio Morales/ Cuartoscuro

A partir de este 5 de junio podrá verse con mayor lupa y detalle lo que muchos han calificado como una sucesión adelantada.

Un triunfo de Morena en el Estado de México o uno de la alianza en Coahuila dará oxígeno a cada uno de los bandos, aunque no sea comparable ganar un estado con más de 12 millones de votantes, que uno con 2 millones 300 mil.

La narrativa la dominarán las llamadas ‘corcholatas’ de Morena, que mostrarán su verdadera cara en la búsqueda del poder.

La oposición (Va por México) también se sentará a definir cuál será el método de selección de candidato (a).

La tercera vía (Movimiento Ciudadano) prefirió dejar el nombramiento de candidato hasta diciembre. Para aquel momento, se espera que tanto Morena como el PRI-PAN-PRD ya tengan más que definido quién los abanderará.

No es la primera vez que veremos una sucesión adelantada. Sucedió en 1994, cuando mataron a Luis Donaldo Colosio, pero no dejaron de alimentarse las intrigas de que lo removerían de la candidatura o que finalmente había roto con Carlos Salinas.

En esta ocasión, los protagonistas serán una jefa de Gobierno que no planea soltar su administración en la capital hasta diciembre.

El canciller Marcelo Ebrard, en tanto, había propuesto la separación de los cargos para no mezclar una cosa con otra, pero al ver que Sheinbaum no dejará el poder, es probable que él tampoco lo haga a menos que sea el elegido para la candidatura presidencial.

En esta ocasión no se vislumbran candidatos independientes. Como sucedió en el Estado de México, todo parece indicar que la disputa por el poder quedará entre dos bloques, aunque haya una tercera vía (de MC) que pueda dar la sorpresa en cuanto a votos.

La gran pregunta es qué papel jugará el presidente Andrés Manuel López Obrador. Si para las elecciones de hoy se metió, no hay duda que también lo hará en la sucesión presidencial.

El mandatario velará por una “continuidad” de su proyecto, “con cambio”, pero de persona, alguien que no sea él, pero que siga el mismo diseño de este sexenio.

Después de hoy, que nadie se llame a sorpresa por los innumerables golpes bajos, traiciones o cambios de bando. El poder es para los políticos un plato suculento, del que no pueden dejar de comer, y si lo tiene otro, harán lo que sea por arrebatarlo.

Bienvenidos y bienvenidas al 2024.

Síguenos en

Google News
Flipboard