El regalo de Reyes

Las personas que han entendido poco del desarrollo de la primera infancia y que siguen viendo a les niñes como entes que por no expresarse como un adulto no tienen conciencia de las cosas en su entorno, siguen pensando que las experiencias a las que sometemos a los niños, como la ilusión de un día como el de Los Reyes Magos es algo que no tiene más importancia que la oportunidad de dar “juguetes” para quedar bien con alguien. Es un error científicamente comprobado.

Valentino, yo quiero contarte lo que para mí significa hoy ayudar a esos Reyes de Oriente para traerte algo especial que celebra más allá de “portarte bien”, la ilusión de que esforzarse por algo tiene una recompensa. Estos son tus segundos Reyes Magos, pero los primeros en los que veo en ti ilusionarte con las luces, con los adornos. ¿Sabes que ‘árbol’ se convirtió en la quinta palabra que aprendiste a raíz de estas festividades? Fue maravilloso ver tu carita de emoción.

Las primeras veces que ayudé a esos 3 personajes a traer algo especial en casa fue con mis hermanos -soy la mayor de 4- y cuando llegué a los 10 u 11 años la experiencia divertida para mí fue alimentar la ilusión de mis hermanos más que la propia. En ese momento seguía viendo a un juguete como ese premio “por portarse bien”, lo que se traduce en: haz enojar a mamá lo menos posible en el año, ¿a poco no?

Pero eso paró por varios años, hasta el 6 de enero del 2022 en que me tocó ayudar a los Reyes a enviar los primeros regalos de tu hermana mayor, que, aunque se presumieron en Facebook por su mamá, su procedencia no la conocía nadie más que tu papá y yo, como un secreto que nos permitió enmarcar el día en que se sembró la semilla de tu llegada. Porque sí, Valentino, tú fuiste nuestro regalo de Reyes Magos de ese año y te aseguro que para mí aún es un instante que tuvo mucha magia.

Y aunque estos son tus segundos Reyes Magos, son los primeros en que tengo una mayor conciencia de la oportunidad que implica “regalarte” algo. Estudiar más sobre crianza me ha permitido entender que el juego es la ventana que hoy tienes para aprender. Que, en el caso de la infancia desde el nacimiento hasta la adolescencia, el juego no es un “premio” sino una necesidad. El lenguaje por el que tienes la oportunidad de adquirir habilidades motrices, de aprender de colores, de formas, a compartir y a poner límites.

Más allá de no creer que el sistema de premios y castigo sea ya la mejor forma de empatizar contigo para que tengas una formación más libre y consciente, estudios científicos y autoridades en el tema, como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef por sus siglas en inglés), reconocen sobre todo los primeros mil días de vida como una etapa crucial para el desarrollo de las competencias cognitivas, el bienestar emocional, la competencia social y una buena salud física y mental en toda tu vida. Es la formación de los cimientos más fuertes en ti en todos los aspectos. De hecho, sobre esta etapa, dice la Unicef:

“Con la estimulación adecuada, el cerebro del niño forma conexiones neuronales a un ritmo de al menos mil por segundo. Sin embargo, existen indicios recientes de que dicha velocidad podría ser de hasta un millón por segundo. Estas conexiones se ven potenciadas por los entornos ricos, afectuosos y protegidos, en el contexto de una prestación de cuidados receptiva y lúdica que potencie el establecimiento de lazos de unión y de un vínculo seguro, contribuyendo así a un desarrollo emocional positivo”, según señala en su informe de 2018 sobre la importancia del juego en el aprendizaje.

Y es verdad que es abrumadora toda la información que ahora las mamás tenemos acceso para intentar hacer un mejor papel en una crianza respetuosa o consiente, pero contigo Valentino he aprendido a elegir cuáles son las parcelas de tu vida en las que quiero que la siembra sea muy consciente y cuáles vamos a tener que dejarle a la vida que se encargue de ponerte a las personas que también ayudarán en tu formación y es ahí donde leer, educarnos, resulta muy importante.

El juego no se reduce sólo a la interacción con un objeto específico, implica actividades, planes que involucren a los niños como los actores principales, incluso protagónicos; jugar también implica la hora de comer, jugar en el momento del baño, cuando inventamos una canción para establecer rutinas o para ampliar tu vocabulario. Tú últimamente has agarrado a nuestra perrita Kanira como uno de tus juguetes preferidos.

Jugar te permite adquirir seguridad, confianza, desarrollar concentración y tolerancia a la frustración; es de donde sabemos que hay reglas y también fomenta la creatividad con el juego libre; acentúa la imaginación, lo lúdico te da la oportunidad de expresar emociones y te permite seguir instrucciones y darte cuenta de tus fortalezas y áreas de oportunidad.

Por ello saber aconsejar adecuadamente a esos Reyes Magos a elegir el regalo más adecuado para ti es una misión importante en este año. Sabiendo que el juego es la oportunidad que tienes de participar activamente, de comunicar ideas, de fortalecer vínculos y entendiendo también que no eres un niño de manual, que desde tu nacimiento te he observado independiente, concentrado, con más interés por la motricidad fina que el resto de tus pares, viendo cómo te estimula la música, los colores, lo mucho que en la escuela te gusta pintar y cómo estás tan interesado en el logro de aprender a caminar ya sin tantas caídas, espero que tu regalo de este año te permita saberte no sólo muy amado sino que nos permita a los Reyes y a tu familia darte la oportunidad y las herramientas para un aprendizaje que te haga crecer en amor y en armonía.

Y gracias por seguir siendo mi mejor regalo de Reyes Magos. ¡Que la magia esté con nosotros siempre!