¿Quiere jugar con nosotros, presidente AMLO?
#LaCasadelosEspejos

Periodista. Editor de Política en La-Lista.

¿Quiere jugar con nosotros, presidente AMLO?

Parece que al presidente AMLO le gusta jugar con fuego. Aprendió en 2006, luego del desafuero y tras llegar a una elección que perdió, pero él dice que ganó. Andrés Manuel López Obrador sabe que en el conflicto, él termina ganando algo. Lo del “fraude” del 2006 le dejó mucho dinero que le ha permitido vivir cómodamente y construir el imperio que es hoy Morena. Y ese dinero, por debajo de la mesa -además de lo que le otorgaron de forma legal las autoridades electorales- le permitió estar 12 años en campaña, después de la primera campaña, hasta ganar en 2018.

Al presidente no le importa si los mexicanos hemos vivido polarizados y estancados en lo que él llama “el fraude” del 2006. López Obrador siempre trata de regresarnos a aquel año, como si el hecho de que él ganara entonces, hubiera resuelto todos los problemas del país.

Ahora todo parece indicar que AMLO va a jugar con nosotros: volverá esta elección un referéndum y ya no importa que la candidata sea Claudia Sheinbaum y tenga sus propias cualidades y trayectoria. Él ha decidido, desde ya, hacer campaña y dejar en claro que aquí hay de dos: están con él o están en su contra.

López Obrador, como lo anticipó Porfirio Muñoz Ledo en una de sus últimas entrevistas que dio -y lo hizo en La-Lista– se dedicará a hacer campaña para promover a su candidata, porque es lo que mejor sabe hacer. Lo único que le incomodaba eran las autoridades electorales, pero tanto en el Tribunal Electoral como en el INE ya logró colocar a quienes quiso en sus respectivas presidencias y metió a todo el personal operativo que pudo.  

El presidente, además, logró comprar a la mitad de los medios de comunicación en México. Ahí está el periódico de su comadre, Carmen Lira, que llevamos dos sexenios pagando los mexicanos. La Jornada fue rescatado de la quiebra desde el sexenio de Enrique Peña Nieto, pero ahora con AMLO le han inyectado una impresionante cantidad de recursos, solo comparables con lo que reciben Televisa y Tv Azteca, a pesar de que tristemente La Jornada se ha vuelto un pasquín. 

El presidente se ha traicionado a sí mismo y se volvió un gobernante caprichoso. Su intención, tras dejar la Presidencia, es seguir moviendo los hilos del poder, pero ahora desde su rancho, a pesar de que dijo que se iba a retirar de la política. Nada más falso: sus hijos viven de la política; Morena no está listo para seguir sin él; Sheinbaum tiene muchas dudas sobre qué tanto margen de maniobra le dará AMLO y aún no toma decisiones propias.

El juego del presidente ya comenzó y todos formamos parte de él. Parece que quiere volver a ver a México dividido en dos. “Chairos”, “fifís”, “amlovers”, “derechairos”… La guerra electoral ha comenzado.

La del 2024 será sin duda una elección de Estado, donde todo parece estar decidido. La pregunta es si la clase media hará sentir su voz y le pondrá un freno al presidente López Obrador, quien no está dispuesto a entregar la banda presidencial a Xóchitl Gálvez.

Por lo pronto, nos quedan seis meses de mañaneras, campañas, debates, polarización, medios comprados, YouTubers pagados, Lord Moléculas, ataques a la prensa y a la libertad de expresión, narcos por todos lados, empresarios inyectando dinero, etc.

Señor presidente: no juegue con fuego. Y, si en sus manos está, no incendie este país.

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