¿Qué es el síndrome del ano inquieto, posible secuela del covid?
Especialistas estudian el primer caso de este síndrome. Foto: Pexels.

Hace unos días se informó que se detectó el primer caso de una persona de 77 años con “síndrome del ano inquieto” tras haber contraído Covid-19, según un informe publicado en la revista BMC Infectious Diseases.

El caso ha generado revuelo en redes sociales, por lo que te contamos lo que sabemos al respecto.

Primer caso

Especialistas del Hospital de la Universidad Médica de Tokio informaron que el hombre con el síndrome del ano inquieto, del que trata el primer estudio en este tema, refirió tener un “profundo malestar anal” pocos días después de haberse recuperado de la enfermedad.

Semanas después de haber sido contagiado, el paciente sintió molestia y dolor que le provocaban la necesidad de moverse cuando estaba en reposo.

“Un malestar anal profundo e inquieto, aproximadamente a 10 cm de la región perineal. Se observaron las siguientes características en la región anal; la necesidad de moverse es esencial, empeorando con el descanso, mejorando con el ejercicio y empeorando por la noche. Los hallazgos neurológicos, incluidos el reflejo tendinoso profundo, la pérdida de la sensibilidad del perineo y la lesión de la médula espinal, no revelaron anomalías. No se confirmaron milicias diabéticas, disfunción renal y estado de deficiencia de hierro”, explica el estudio sobre el caso del hombre de 77 años.

¿Qué es el síndrome del ano inquieto?

Este síndrome se debería a alteraciones neuronales y sensoriomotoras, que provocan cosquilleo, hormigueo, picazón, problemas para evacuar y ganas constantes de ir al baño.

Por ello, las personas con esta sintomatología podrían presentar la necesidad de caminar o moverse con regularidad con el objetivo de disminuir los malestares.

¿Cómo tratarlo?

El síndrome anal inquieto tiene relación y similitud con el síndrome de piernas inquietas (SPI) , cuyo principal síntoma es la necesidad de mover las piernas.

“Este caso cumplía las cuatro características esenciales del SPI: necesidad de moverse, empeoramiento con el reposo, mejora con el ejercicio y empeoramiento por la noche. Hasta la fecha, no se ha publicado ningún caso de síndrome de las piernas inquietas asociado al Covid-19″, señala el documento.

En este caso específico, el hombre mejoró luego de un tratamiento con clonazepam, que pudo aliviar las molestias anales que padecía.

“Debido a que no se observó el síntoma localizado en las piernas, este caso se diagnosticó como una variante del SPI. Los informes de la variante del SPI se han incrementado y amplían el espectro clínico. Varias otras partes del cuerpo además de las piernas pueden verse afectadas desde los brazos, el abdomen, la cara, la cabeza, la cavidad bucal, la vejiga y el área genital”, dice el texto.

En el caso del síndrome de piernas inquietas, el tratamiento puede incluir la corrección de una deficiencia de hierro u otros medicamentos.

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