8M | Mejores prácticas para nuestras colaboradoras 
Empresas regenerativas

Es especialista en Sustentabilidad y Responsabilidad Social Corporativa. Actualmente es la directora de impacto de Hoteles BF, imparte la materia optativa de Negocios Sustentables en el ITAM y de certificaciones ESG en la IBERO. Consejera de varias organizaciones. X: @ileanalopezp

8M | Mejores prácticas para nuestras colaboradoras 
Foto: Robin Higgins/Pixabay

La vida profesional de las mujeres ha estado llena de obstáculos, prejuicios, sesgos y menos oportunidades. Hoy después de pasar por dos años de pandemia nos damos cuenta que fuimos afectadas desproporcionadamente en el trabajo. 

El estudio de Deloitte Women@work: a global outlook menciona que el 80% de las mujeres encuestadas reportaron que durante la pandemia creció significativamente su carga de trabajo, además el 66% son responsables de las tareas del hogar, del cuidado de los niños y/o adultos mayores. Dicha carga de trabajo adicional afectó la salud física, mental y emocional de las mujeres. Estas condiciones se vieron reflejadas en el incremento de enfermedades como ansiedad, depresión, cansancio crónico y obesidad.  

Para atender este tema es fundamental que los empleadores sean empáticos con la situación y mejoren las condiciones laborales, desarrollando políticas laborales adecuadas y promoviendo cambios en la cultura organizacional. La mayoría de las mujeres reportaron que sus jefes esperaban que durante la pandemia estuvieran disponibles a cualquier hora y día de la semana. Solo el 39% evalúo como suficiente el apoyo que recibió para su trabajo y el 63% reportó que su evaluación de desempeño se basaba en el tiempo “en línea” más que en sus resultados.   

Algunas de las recomendaciones para ofrecer mejores condiciones laborales son: 

Horario flexible, donde la hora de entrada y salida sean elegidas por la colaboradora y pedir cuatro horas fijas para reuniones del departamento o la empresa. Por lo general, el horario fijo es de 10:00 a 14:00 hrs.   

Respetar el horario laboral y pagar horas extras.   

Cuidar la salud física, mental y emocional. Si la empresa cuenta con un médico laboral, se debe solicitar una revisión periódica para conocer el estado de las colaboradoras.   

Las organizaciones deben comprometerse a priorizar el balance entre vida personal y laboral, dar capacitación a las mujeres para que reconozcan sus capacidades y tengan éxito en los proyectos que se propongan, celebrar y comunicar el apoyo que dan a las mujeres y, por último, cambiar la cultura en la empresa quitando los sesgos con los que juzgan a las mujeres, su productividad y forma de trabajar.

Las preguntas clave para mejorar esta situación son: si yo estuviera en la misma circunstancia, ¿qué forma de trabajar es la que más me ayudaría para ser eficiente y productiva/o? ¿Cómo puedo apoyar?

Con las mejoras laborales recomendadas, las empresas tiene claros beneficios como incremento en la satisfacción laboral, retención de empleados y lealtad en la empresas.   

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