Visibilidad: ¿Un súperpoder lésbico?
Rosa flaminga

Psicoterapeuta feminista, lesbiana tropical, me especializo en los avatares de la vida lésbica para resistir la discriminación y violencia sin que estas me sean ajenas, pues son parte del día a día.

Visibilidad: ¿Un súperpoder lésbico?
México no tiene su propia fecha conmemorativa, el lesbicidio todavia no se reconoce legalmente. Foto: Anna Shvets en Pexels.

Hace algunos años fui invitada a dar una charla universitaria sobre la participación ciudadana LGBT en la incidencia de las políticas públicas del estado de Yucatán.

Valga la pena decir que fui invitada con conocimiento y causa de generar cierto grado de controversia, sin embargo, esa tarde se generó una discusión, pero con un tema inesperado por su servidora, cuando el moderador, un importante académico, respingó en el momento en que mencioné dos palabras: invisibilidad lésbica.

El moderador aguantó sus ganas de interrumpir mi participación, aunque reservó para el final su conclusión: la invisibilidad social bien usada puede ser un súperpoder para el cambio social.

Sí, así como usted lo lee, el señor se tomó la libertad de decir que la invisibilidad es un “súperpoder” que las lesbianas no sabemos usar para el cambio social.

Ya con un poco más de experiencia en estos asuntos puedo decir que he recibido cuestionamientos bastante acalorados acerca de la existencia, identidad y presencia lésbica bajo esa misma mirada heterocentrista y misógina que señala solo la parte que conviene a los intereses del patriarcado, así las lesbianas se ocultan en el clóset no por evitar la violencia, sino por culpa, vergüenza y rechazo a sí mismas y a su preferencia sexual. En el otro extremo, cuando una mujer famosa (deportista, política, artista, científica, empresaria) hace pública su lesbiandad, se suele decir que su talento o éxito no tiene nada que ver con su orientación sexual o que en todo caso ser lesbiana no es una característica de la cual estar orgullosa. Este tipo de ideas minimiza o anula todas la destrezas, habilidades y fortalezas que requieren sobresalir cuando el punto de partida son las condiciones injustas e inequitativas para las mujeres y las lesbianas.

Como ya he mencionado en otros textos, la discriminación se manifiesta excluyendo a las personas que no cuentan con el privilegio social y culpabilizándolas de “autoexcluirse”.

Con esas argumentaciones retorcidas no es de asombrar que quedemos confundidas, pero con el deseo de entender de qué va la discriminación y los mecanismos por los cuales logra desaparecer a las lesbianas como sector prioritario de justicia social.

En el caso de la discriminación antilesbiandad, este fenómeno de ocultamiento se ha nombrado invisibilidad lésbica para hacer referencia a la omisión sistemática de la presencia enunciativa, física, histórica y/o política de las lesbianas. La invisibilidad lésbica es una manera de excluir la presencia física, narrativas de vida y aportaciones de las mismas, con lo cual se impide la configuración de comunidades y culturas lésbicas.

Al paso de los años ya puedo entender la visibilidad lésbica como una estrategia para romper el cerco del ocultamiento al proclamar la existencia lésbica y denunciar las problemáticas de discriminación, violencia e injusticia que nos aquejan.

Una característica sobresaliente es que existen varias fechas para celebrar la visibilidad lésbica según la región, por ejemplo, en Chile el 9 de julio es el Día de la visibilidad lésbica y bisexual para recordar la fundación en 1984 de una organización lésbico feminista surgida tras el asesinato de Mónica Briones. En España se eligió el 26 de abril del 2008 para celebrar el primer Día Internacional de la Visibilidad Lésbica. En Argentina se conmemora el Día de la Visibilidad Lésbica el 7 de marzo para exigir justicia por el lesbicidio de Pepa Gaitán acontecido en año 2010.

Mientras tanto, México no tiene su propia fecha conmemorativa. El lesbicidio todavía no se reconoce legalmente e, incluso, el asesinato de lesbianas no se logra tipificar como feminicidio, al menos así ocurrió con el asesinato de Tania Montes y Nohemí Medina en Ciudad Juárez, Chihuahua, ocurrido el 15 de enero de este año.

Hoy puedo responder que tampoco la visibilidad lésbica es un súperpoder que nos proteja de las violencias motivadas por sexo, expresión de género, orientación sexual y ejercicio de la sexualidad, aunado al complejo entramado de la discriminación interseccional que oprime a las cuerpas racializadas y precarizadas, sin embargo, mientras la condiciones de injusticia e impunidad ante la violencia ejercida en contra de las lesbianas exista, lo mínimo que podemos hacer es honrar la memoria de las luchas por la dignidad e integridad de nuestras vidas.

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