Durante el confinamiento, algunas personas perdieron el contacto, ¿cómo reevalúo mis amistades?
Muchos de nosotros nos sentimos abandonados por amigos que decían, “¡Lo siento! Fue una semana alocada”, dice Eleanor Gordon-Smith. El problema es que de hecho ha sido una semana/día/año alocados.
Muchos de nosotros nos sentimos abandonados por amigos que decían, “¡Lo siento! Fue una semana alocada”, dice Eleanor Gordon-Smith. El problema es que de hecho ha sido una semana/día/año alocados.
Durante el confinamiento, un par de personas que decían ser mis buenas amigas casi no mantuvieron el contacto. Ambas viven a unos minutos de mi casa y saben que vivo sola. Siempre les he dedicado un tiempo durante los años; una tiene familia y sus hijos son adultos, y la otra es soltera. He pasado semanas sin recibir un solo mensaje de texto, y yo soy quien suele iniciar las conversaciones por teléfono (casi nunca), y parece que soy la única que las invita a caminar o por un café (casi nunca). Una de ellas solo me contactó recientemente para pedirme un favor. Probablemente tengo que reevaluar con quién pasaré mi tiempo en el futuro; ¿puedes ofrecerme algún consejo para reconsiderar mis amistades?
Eleanor dice: ¿Recuerdas las ilustraciones originales de EH Shepard para el manual de la amistad, Winnie the Pooh? Siempre le he tenido cariño a una: Piglet y Winnie the Pooh en medio del viento, tomándose de la pata. Creo que simplemente así se debe ver una amistad: natural, sin analizar, robusta contra los embates.
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Se siente terrible estirar la mano en medio de una tormenta y descubrir que no hay nadie esperando ahí. Creo que muchos de nosotros estamos junto a ti en esta fase, emergiendo somnolientos hacia el mundo postconfinamiento y descubriendo que el resentimiento y las expectativas no recíprocas se acumularon en las amistades que solían sentirse naturales y resistentes. Muchos de nosotros fuimos olvidados en el polvo del trabajo y las relaciones de otras personas, entre los “¡Disculpa! Fue una semana alocada”.
El asunto es que de hecho ha sido una semana/mes/año alocado. Sospecho que muchas personas han descuidado gravemente a quienes realmente aman y por quienes se preocupan desde que inició la pandemia, tan solo a través del efecto agregado del día tras día, demasiado cansadas o distraídas para hacer contacto. Yo sé que decir “siempre estuviste hasta abajo en su lista de prioridades” no es exactamente reconfortante, de hecho es exactamente de lo que te quejas. Y tienes razón al sentirte lastimada. Pero su conducta no necesariamente significa que no te valoran, simplemente puede significar que durante un periodo largo de tiempo fueron irracionales del mismo modo que siempre: no le dieron tiempo a lo que valoran.
La prueba verdadera (para estas amigas y otros nuevos) es cómo reaccionan a saber lo que necesitas para sentirte respetada y valorada. Desafortunadamente, las personas a quienes les importamos no siempre saben cuándo nos hacen sentir heridos. Pero las amistades que realmente importan siempre se preocupan cuando te sientes de ese modo. Si saben que te lastimaron, los que valen la pena intentarán arreglarlo.
Es irritante tener que decir cómo te sientes, lo sé, incluso sería mejor si las personas pensaran lo suficiente en nosotros para que lo notaran por sí mismas. Pero a veces no lo hacen; su atención está saturada, o nos dejan ir accidentalmente. En ese momento, la sinceridad es tu mejor estrategia para distinguir una amistad dispersa de una a la que no le importas: si saben cómo te afectan estos patrones, continuar con ellos parecerá intencional. Un amigo verdadero se alegrará de enterarse que te duele ser la única que inicia el contacto, o que los pequeños mensajes significan mucho para ti, no es una carga saber qué pasos en concreto podemos tomar para asegurar que nuestros seres queridos se sientan amados.
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Este año, muchos de nosotros relegamos amistades que desearíamos no haber relegado. Creo que puedes encontrar el camino de regreso a tus amistades de antes, si eso quieres (yo creo que todos podemos), mientras tengamos el valor para señalar que nos relegaron cuando desearíamos que no fuera así. Como decía el viejo y tonto oso: “Si la persona con quien hablas parece no estar escuchando, sé paciente. Puede ser que tengan pelusa en las orejas”. La pandemia fue una pelusa en las orejas de muchas personas. Haz ruido suficiente para contrarrestarlo y para que las personas que valen la pena te escuchen.