¿Genialidad o fraude?
HÍBRIDO

Como crítico de cine y música tiene más de 30 años en medios. Ha colaborado en Cine Premiere, Rolling Stone, Rock 101, Chilango, Time Out, Quién, Dónde Ir, El Heraldo de México, Reforma y Televisa. Titular del programa Lo Más por Imagen Radio. X: @carloscelis_

¿Genialidad o fraude?
Película: Girl You Know It's True. Foto: Leonine Studios

En 1993, durante el apogeo del rock hecho en México, la banda Fobia tocaba una canción titulada “Los cibernoides”. No es su tema más famoso, tampoco estoy seguro de que pueda considerarse un clásico de culto, pero es lo que ahora se conoce como un deep cut: una pieza poco conocida por el grueso del público, pero favorita entre sus seguidores.

Era una canción irreverente, donde el vocalista Leonardo de Lozanne, todo galanura y ojos claros, cantaba: “los cibernoides vinieron, por la tele se metieron y a tus hijos se quieren llevar”. Los fans entendieron que tales versos hablaban de la gente del espectáculo: “los cibernoides trajeron su cultura y nos dijeron que es la llave a la felicidad”. Entre broma y broma, Fobia criticaba el culto a la personalidad e incluso se dijo que tal canción era una crítica dirigida a Televisa y a su nociva influencia en el público mexicano.

Más de 20 años después, de Lozanne es una figura recurrente de la televisión nacional, como conductor de varios programas, modelo, e incluso actor en algunas series. Recientemente, el bajista de la banda, Javier Ramírez “El Cha!”, también dio la sorpresa como actor, aceptando un papel muy lucidor en la serie ¿Quién lo mató?, sobre el asesinato de Paco Stanley, donde interpreta el papel de Benito Castro, otra destacada figura de la televisión y el espectáculo en México.

Tiempo al tiempo. Quizá los fans de Fobia ya están muy grandes, o muy cansados, para reclamarle a sus ídolos musicales tales contradicciones. O tal vez todos hemos madurado lo suficiente como para entender que ya nada de esto importa (¿importa?), porque el espectáculo también incluye a los músicos y a las bandas de rock, por más contestatarias que se pretendan, y que un artista tiene que aceptar la chamba venga de donde venga.

Los ideales salen caros. Después de décadas de defender al régimen cubano a través de su música, Silvio Rodríguez, el icono de la trova cubana, se mostró más crítico del gobierno de la continuidad. Como parte del lanzamiento de su nuevo disco, dijo en entrevistas que “la vida es una sola y la situación es bastante difícil”, para justificar que los jóvenes quieran abandonar Cuba. También expresó que el régimen necesita un cambio de mentalidad y perder el miedo a modelos económicos que puedan garantizar el bienestar del pueblo.

La construcción de una leyenda, de un ídolo, pero sobre todo de un líder de opinión dentro del arte, el espectáculo y -específicamente- en la música, es algo que el cine ha venido explorando desde hace algunos años, pero que ha retomado con fuerza ahora que géneros musicales como el rock intentan volver por sus fueros. El concepto de la “estrella de rock” siempre va ligado a la defensa de una ideología.

¿Pero qué tan cierto es que estas figuras son dignas para erigirse como líderes de una comunidad? Series como Daisy Jones & The Six (inspirada en la banda Fleetwood Mac), obras de teatro como la ganadora del premio Tony, Stereophonic (que hace apenas unos días se llevó 5 preseas), o películas como la española Segundo premio (basada en la historia del grupo Los Planetas) romantizan el proceso creativo de los artistas, lo que implica realizar un disco y formar parte de una banda legendaria.

“En todas las historias de bandas se miente”, dice uno de los personajes de Segundo premio, y tremenda verdad podría aplicarse a todas las historias que nos cuentan sobre el arte y el espectáculo. Quisiéramos llegar al fondo para descubrir si lo que tenemos frente a nosotros es realmente arte o es un fraude, pero la mayoría de las biopics que se realizan en la actualidad, como One Love (sobre Bob Marley) y Back to Black (sobre Amy Winehouse) parecen telenovelas que pretenden perpetuar la popularidad de sus nombres y legados.

Paradójicamente, es más sencillo ser honestos cuando se habla de la falta de honestidad, como en el caso de Girl You Know It’s True (2023) sobre el sonado fraude musical de Milli Vanilli, o en Disco Ibiza Locomía (2024) sobre el fenómeno pop que promovía la diversidad sexual aunque sus integrantes no sabían nada de música. Siempre es más fácil hacer leña del árbol caído. “La música era fantástica, los videos y los shows eran grandiosos”, explica Frank Farian, el productor de Milli Vanilli, en una escena que recrea aquella conferencia de prensa donde finalmente confesó que ellos no cantaban. “La gente estaba contenta, ¿cuál es el problema?”, dijo sarcásticamente aunque el tiempo le ha dado la razón.

En la película Daliland (2022), el polémico pintor Salvador Dalí se define a sí mismo como un actor y un artista durante un programa de concursos por televisión. Más adelante, el personaje de Gala, su esposa y musa, explica que Dalí amaba a Hollywood porque ahí lo trataban como una estrella de cine, pero que nunca logró pintar mientras estaba ahí. “La pintura moderna se ocupa de crear cosas que son como posters. El proceso espiritual se ha perdido y ahora el arte es un absurdo”, dice Dalí en una escena. “Una pintura ya no es solamente una pintura”, sentencia otro personaje en esta película.

Habría que preguntarnos si es cierto que todo lo que Hollywood toca lo corrompe, o si acaso el arte y el entretenimiento debieran seguir claramente separados. Documentales como Salvatore: Shoemaker of Dreams (2020) sobre el diseñador de zapatos Salvatore Ferragamo, o Ennio (2021) sobre el compositor Ennio Morricone, desafían tal noción pues muestran el paso de estos creativos por la industria hollywoodense o la discográfica, creando grandes aportaciones en áreas como la moda y la música, sin que su talento o reputación se vieran disminuidos.

Sin embargo, los académicos sí cuestionaron a Morricone por sus incursiones dentro de la música pop y en la creación de bandas sonoras para el cine, como también lo criticaron cuando decidió adoptar las enseñanzas de un músico experimental como John Cage. Por su parte, Cage fue un artista de vanguardia que también soportó el escepticismo de sus pares, hasta que la historia le hizo justicia y lo colocó como alguien adelantado a su época.

Vuelvo a preguntar si ya nada de esto importa, ¿o será que estamos rodeados de genios y no nos hemos dado cuenta? Mientras rockeros como Juan Son y sus excompañeros de la banda Porter reviven viejas rencillas para demostrar quién era el verdadero genio de este grupo, la disquera Sony Music firmó un contrato con la influencer Yeri Mua, famosa por crear polémicas en internet más que por algún tipo de virtuosismo. En la actualidad, ya cuenta más el número de seguidores en redes sociales que tener un verdadero talento.

BREVES

El documental Milli Vanilli ya está disponible desde hace algunos meses en la plataforma de Paramount Plus y es incluso más interesante que la película, y aunque Girl You Know It’s True ya es parte del catálogo de Apple TV Plus y Prime Video, aún no se había liberado en territorios como México.

En cine, varios estrenos atractivos desde el 20 de junio, como la película portuguesa de terror Amelia’s Children (Herencia siniestra) del director Gabriel Abrantes (Diamantino), la francesa Criaturas asombrosas con la actuación de Romain Duris, la coreana Exhuma que es un éxito internacional, y las hollywoodenses The Bikeriders de Jeff Nichols y Hit Man de Richard Linklater.

*Para más información sobre las películas y series comentadas cada semana, visita mi perfil en Letterboxd.

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