Las mujeres trans pueden ocupar puestos en consejos públicos reservados para mujeres, dictamina un juez escocés
La sentencia estableció que el significado de 'sexo' a efectos de la Ley de 2010 'no se limita al sexo biológico o de nacimiento, sino que incluye a aquellas personas que poseen un GRC'. Foto: David Cheskin/PA

El más alto tribunal escocés dictaminó que las mujeres transgénero deberían estar incluidas en la legislación destinada a mejorar el equilibrio de género en los consejos públicos.

El Tribunal Superior de Justicia determinó que la directriz del gobierno escocés que amplía la definición de “mujer” a las mujeres transgénero que poseen un certificado de reconocimiento de género (GRC, por sus siglas en inglés) es legal.

El fallo desestimó una segunda revisión judicial de la Ley de Representación de Género en los Consejos Públicos (Escocia) de 2018 presentada por el grupo de campaña For Women Scotland.

La legislación ha sido objeto de una prolongada acción judicial por parte del grupo, que dio lugar a una sentencia en apelación a principios de este año que la legislación no debería haber incluido a las mujeres transgénero en su definición de “mujer”, ya que esto “confunde” dos grupos distintos que están protegidos por la ley.

Sin embargo, Lady Haldane desestimó el martes la última impugnación, aceptando el argumento presentado por los ministros del gobierno escocés de que era evidente que el parlamento británico había pretendido que la Ley de Reconocimiento de Género de 2004 permitiera que una persona cambiara legalmente de sexo “a todos los efectos” y que esa persona tuviera entonces derecho a la protección de sexo en virtud de la Ley de Igualdad de 2010, a la que hace referencia la directriz.

En su sentencia, Haldane estableció que el significado de “sexo” a los efectos de la Ley de 2010 “no se limita al sexo biológico o de nacimiento, sino que incluye a las personas que poseen un GRC”. Añadió que esto no tiene por qué entrar en conflicto con otra legislación –por ejemplo, otra ley reciente de Holyrood relativa a la elección del médico forense por parte de las víctimas de abuso sexual– en la que está claro que “sexo” significa sexo biológico.

También hizo hincapié en que el sexo y el cambio de sexo eran aspectos protegidos “separados y distintos” en virtud de la Ley de Igualdad, pero que no eran necesariamente excluyentes.

Haldane insistió en que su sentencia sobre una cuestión jurídica limitada no podía abarcar el “polémico debate de política social” que se está desarrollando en Escocia en torno a los derechos de las personas transgénero, con el proyecto de ley de reforma del reconocimiento del género del gobierno escocés cuya lectura final está prevista en Holyrood la próxima semana.

Las propuestas para simplificar la forma en que las personas transgénero pueden cambiar el sexo que aparece en su certificado de nacimiento se han topado con fuertes críticas por parte del gobierno británico, la Comisión para la Igualdad y los Derechos Humanos (EHRC) y la ONU.

Al expresar su “enorme decepción” por la sentencia, la organización For Women Scotland señaló que el proyecto de ley tenía “claras ramificaciones”. “A primera vista parece desastroso para las mujeres, que al parecer ya no están reconocidas por la ley como una categoría de sexo, con requisitos propios diferenciados… Ahora queda fuera de toda duda que el proyecto de ley no es un ‘simple cambio administrativo’, sino que tiene un impacto más amplio en la sociedad”.

Sin embargo, otros grupos de defensa de la igualdad y la Comisión para la Igualdad y los Derechos Humanos (EHRC) señalaron que la sentencia confirmaba el statu quo.

Vic Valentine, director de la organización Scottish Trans, comentó: “Esta sentencia no afecta las excepciones de la Ley de Igualdad, lo que significa que los servicios de un solo sexo pueden excluir a las personas trans o tratarlas de forma menos favorable cuando se trate de un medio proporcional a un objetivo legítimo… Pueden hacer eso tanto si la persona trans tiene un GRC como si no”.

Un vocero de la EHRC, que fue nombrada parte interesada en la revisión judicial, señaló: “La legislación relativa a las cuestiones de sexo y género puede ser compleja, y la claridad es esencial para los organismos públicos, los empleadores, los proveedores de servicios y las personas de todo el país que dependen de ella”.

“La sentencia de hoy respalda nuestra interpretación de que el efecto de un certificado de reconocimiento de género es cambiar el sexo legal de una persona, incluso a efectos de la Ley de Igualdad”.

Un vocero del gobierno escocés manifestó: “Nos complace conocer el resultado de esta impugnación”.

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